Juicio contra cinco de Bell se reanuda
El miércoles, el jurado declaró culpables de ciertas acusaciones a cinco exfuncionarios de Bell, que aún podrían enviarlos a prisión por un tiempo, y absolvió por completo al pastor Luis Artiga
Esta mañana se reanuda el juicio ahora contra cinco exfuncionarios de la pequeña ciudad de Bell, un día después que un veredicto parcial los encontró culpables de múltiples cargos relacionados con los exorbitantes sueldos que devengaron de 2006 a 2010.
No está claro si hoy el panel, que ha deliberado desde hace cuatro semanas, reanuda el debate por la mitad de los cargos aún pendientes, relacionados con las oficinas de Propiedad Excedente y Vivienda Comunitaria. En éstos, el jurado se encuentra en un impase de 9-3.
Avanzado el proceso judicial, los residentes de Bell ahora han volteado hacia el exadministrador de ese ayuntamiento, Robert Rizzo, que ha sido señalado como la “mente maestra” detrás de la corrupción. Su juicio y el de su asistente Angela Spaccia, se desarrollará a finales de este año.
El miércoles, el jurado declaró culpables de ciertas acusaciones a cinco exfuncionarios de Bell, que aún podrían enviarlos a prisión por un tiempo, y absolvió por completo al pastor Luis Artiga.
Lo que ha despertado dudas sobre el desempeño del panel es que encontró culpables al exalcalde Óscar Hernández y los exconcejales George Cole, George Mirabal, Teresa Jacobo y Víctor Bello de los cargos por mal uso de fondos públicos relacionados con su pago por el servicio prestado en la Autoridad de Autoridad de Desechos Sólidos y Reciclaje de 2006 a 2010.
Sin embargo, concluyó que su elevado sueldo (que en conjunto era de casi 100,000 dólares anuales) sí estaba justificado como integrantes de la Autoridad de Finanzas Públicas en ese período.
La defensa, cuyo costo se calcula en cinco millones de dólares, el cual pagarán los contribuyentes de Bell, se centró en que los acusados fueron incapaces de darse cuenta que el alto salario devengado era ilegal, que Rizzo los obligó a cobrarlo o que lo ganaron con “excesivo” trabajo social.
De acuerdo a la fiscalía, los acusados robaron 1.3 millones de dólares de las arcas públicas de una de las localidades más pobres del condado, habitada mayormente por inmigrantes latinos. De 2006 a 2007, el tiempo total de las reuniones del Concejo de Bell fue de apenas 34 minutos, según la agencia. Una de sus agendas sólo tenía un asunto por discutir: subir el sueldo de los ediles y el alcalde.
Ayer, el jurado concluyó que el trabajo de los acusados estuvo justificado en por lo menos una de las autoridades locales y consideró que Luis Artiga, quien ingresó al Cabildo cuando los altos salarios ya se habían establecido, no era culpable en ninguno de los doce cargos que pesaban en su contra.
“Quiero agradecer al jurado desde el fondo de mi corazón. Que Dios los bendiga”, dijo Artiga antes de abandonar el Tribunal del Condado de Los Ángeles, donde se lleva el caso desde el 24 de enero.
Artiga no precisó si estaría dispuesto a testificar contra Rizzo, cuyo juicio comenzará en unas semanas y a quien hasta ayer acusaba de ser la mente maestra de la corrupción en Bell.
“El señor Artiga desde el primer día dijo a todas las autoridades y los fiscales que él no sabía [del aumento salarial], que el señor Rizzo estaba detrás, que él le pidió que se integrara al Concejo a trabajar. Es todo lo que hizo”, comentó George MdDesyan, abogado de Artiga.
La defensa de los cinco ediles que aún enfrentan cargos no comentó sobre el veredicto parcial.
En la lectura del fallo hubo lágrimas, rostros desencajados y muecas de angustia entre los acusados.
El juicio contra los “Cinco de Bell” inicia a las 9:00 a.m. en el Departamento 109 de la Corte del condado.
La ciudad de Bell, con 36,000 habitantes, se encuentra dentro del código postal donde viven más hispanos en Estados Unidos, el 90201.