Mubarak se presenta otra vez ante un juez
Volverán a juzgarle por complicidad en muerte de grupo de manifestantes
EL CAIRO, Egipto. El expresidente egipcio Hosni Mubarak compareció ayer sábado ante un magistrado de El Cairo para ser juzgado nuevamente por los cargos de complicidad en la muerte de manifestantes durante la revuelta del 2011 que derivó en su derrocamiento.
El procedimiento concluyó rápidamente cuando el juez se recusó y mandó el caso a un tribunal de apelaciones para que designe a un sustituto.
Mubarak, de 84 años, sonrió ligeramente mientras permanecía sentado sobre la camilla de un hospital colocada en la jaula de los acusados. Sus dos hijos, Alaa y Gamal, y su ex ministro del Interior, Habib el-Adly, encarcelados todos ellos en casos diferentes, estaban en la jaula a su lado.
Mubarak es el primer presidente árabe en ser condenado a a cárcel. Sigue detenido en un hospital militar y además es investigado por acusaciones de que él y su familia se embolsaron fondos estatales destinados a cubrir el gasto de los palacios presidenciales.
El exmandatario, que portaba anteojos oscuros, no había sido visto en público desde que fue declarado culpable en junio del 2012. El año pasado surgieron informaciones no confirmadas en las que se infería que estaba a punto de morir.
Fue llevado en helicóptero militar al juzgado, situado en una academia de policía que otrora llevó su nombre. Sus dos hijos y El-Adly llegaron desde el reclusorio de Tora.
El juez Mostafa Hassan se recusó del juicio, pero no explicó el presunto conflicto de interés con el que avaló su decisión.
Al sentarse en su escritorio para presidir la sesión, algunos abogados pidieron a gritos que se recusara del caso.
“Siéntense hasta que escuchen la decisión de la corte”, respondió el juez.
Tras su anuncio de que el caso será enviado a un tribunal de apelaciones, algunos abogados comenzaron a corear: “¡el pueblo demanda ejecución del presidente derrocado!”.
Los medios de comunicación locales habían insinuado que Hassan podría transferir el caso a otro magistrado. En octubre causó indignación entre los activistas políticos egipcios al ordenar la absolución de 25 partidarios de Mubarak acusados de organizar un mortífero ataque durante los 18 días de revuelta, en el que atacantes montados en caballos y camellos entraron a la Plaza Tahrir en el centro de El Cairo.
El nuevo juicio a Mubarak y El-Adly fue decretado por un tribunal de apelaciones que en enero revocó la condena a cadena perpetua que le había sido asignada. El juez del primer juicio dijo que la fiscalía carecía de pruebas concretas y no demostró que los manifestantes fueron abatidos por la policía durante los días sangrientos del 25 al 30 de enero.