Reconocerán la trayectoria de Miguel Bosé
El cantante y actor español será homenajeado como la Persona del Año por La Academia de la Música Latina
Miguel Bosé tiene un tono de voz serio y es breve al hablar.
Pero todo eso se desdibuja cuando habla de lo que le apasiona: la música, su labor humanitaria y ser papá.
El cantante de 57 años fue nombrado “Persona del Año” por La Academia Latina de la Grabación (LARAS por sus siglas en inglés) y le rendirá un homenaje a su trayectoria con una gala el 20 de noviembre, un día antes de la entrega de los Latin Grammy.
Ayer, en entrevista telefónica desde León, Guanajuato (México), donde tuvo una presentación, el cantante español habló con La Opinión, sobre lo que significa este reconocimiento.
También habló sobre esa otra parte que poco deja ver y en la que sabe donde poner límites entre el Bosé y el Miguel.
¿Cómo recibió el anuncio de este reconocimiento?
Con mucho gusto la verdad, porque es un reconocimiento a toda una carrera y a los equipos que ayudan a lo que se ha logrado. Por otro lado también se reconoce la labor social y humanitaria que tienen mucho que ver con la persona y me parece que es un galardón muy completo.
A usted poco se le ve en eventos de premiaciones ¿no le gusta asistir?
¡Hombre! cuando se me premia y se me requiere estoy, pero cuando no… la verdad es que no soy demasiado social, pero tampoco me gusta estar en premiers de películas o casas así. Es que no es mi estilo. No me gusta todo ese alboroto.
¿A quién de sus amigos le gustaría ver en este homenaje?
A cualquiera de ellos me daría mucho gusto. Lo que pasa es que esta gala es organizada por LARAS, es un trabajo con el que cargan ellos y hay que ver quién puede estar disponible. Será un placer tener a algunos de ellos.
Pero quizá le daría emoción ver por ejemplo amistades como Ana Belén, que pocas veces visitan este país para cantar… sería grandioso ¿no?
Sí, pero cada uno de los que puedan estar será fenomenal.
¿A usted tampoco le gusta mucho venir a cantar a este país?, no tiene ninguna fechas para Estados Unidos.
Porque, repito, no se me requiere.
Pero si aquí tiene muchos seguidores…
Una cosa es querer y otra es requerir. Requerir quiere decir que si no se me llama yo no puedo planificar. Así de fácil, tú estás donde tienes que estar, si no te llaman no puedes estar.
¿Cuándo fue la última vez que presentó un show en este país?
No lo sé. No me acuerdo, hablemos de música.
Es música, son sus shows…
Sí pero no depende de mí.
A este punto de su carrera profesional, ¿ha llegado a dónde se propuso o ha rebasado la meta?
Esto es una carrera que no acaba nunca. Mientras quieras estar en ella. Comienzas y sigues y no sabes dónde termina. La música es lo que más me gusta del mundo, no sólo es el aire que respiro, sino la zona donde encuentro mi estilo, mi forma de expresarme, mi autoría, donde tengo basada toda mi existencia y hoy por hoy no concibo la música fuera de mi vida. Todavía hay mucho que hacer y por donde crecer.
¿Cómo hace para compaginar todas sus actividades musicales, con su labor altruista y la vida familiar?
Todo es gracias a los equipos [de trabajo]. Uno es lo que es gracias a ellos. Yo viajo con una oficina ambulante. Tengo un equipo que viaja conmigo porque aparte de hacer conciertos, hay que responder a todas esas otras cosas que hay que hacer en cada una de las ciudades que voy. Tengo un equipo que me ayuda estar al día y seguir alimentando cada uno de los proyectos que tengo como Paz Sin Fronteras o la gala anual que hago para la lucha contra el sida. Hay mucho que atender, por ejemplo ayer (miércoles), aquí en León estuve en un hospicio de niños y niñas abandonados, estuve con [el futbolista] Rafa Márquez leyéndoles cuentos y jugando, es parte de la labor que hago con la fundación CIE.
¿Cuál es el mayor ejemplo de vida que usted quiere dejar en sus hijos?
Que sean personas. Que sean seres normales. Que se forjen sus personalidades ellos mismos, yo les daré las herramientas posibles para que puedan desarrollar sus personalidades y adversidades a través de estudios o de lo que sea.
¿Cómo le va como papá, no sé si sus hijos lo acompañan o no, pero cada etapa del crecimiento son experiencias nuevas?
No los niños están en casa. Ellos no se mueven, están ahí y se quedan ahí, punto y se acabó, y yo hago mi trabajo. Cuando vuelvo como padre, les dedico el cien por ciento de mi tiempo. Cuando Bosé termina sus actividades me desconecto y Miguel pasa a otro campo que es el de ciudadano, el familiar y soy todo papá.