Senado vota por enmienda de seguridad fronteriza el lunes
El líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, presentó hoy formalmente la enmienda republicana para reforzar la vigilancia en la frontera
Washington – El líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, presentó hoy formalmente una enmienda republicana para reforzar la seguridad fronteriza, que será sometida a un voto clave el lunes próximo para allanar el voto definitivo de la reforma migratoria.
La medida republicana, diseñada para atraer el máximo apoyo posible a la reforma migratoria la próxima semana, será sometida a un voto de procedimiento clave la tarde del lunes próximo, que requerirá el apoyo de 60 senadores para poner fin al debate sobre la misma.
El objetivo de Reid es someter la reforma migratoria a un voto definitivo el próximo jueves.
“Vamos a votar (para cerrar el debate) de este proyecto de ley el jueves. Repito, completaremos este proyecto de ley antes del receso” por el festivo del Día de la Independencia, que se celebra el 4 de julio, afirmó Reid.
La enmienda, elaborada por los republicanos John Hoeven, de Dakota del Norte, y Bob Corker, de Tennessee, establece un “plan de refuerzo” de la vigilancia en la frontera, con la duplicación a 40,000 de agentes federales, la construcción de un muro en 1,126 kilómetros y el uso de equipos de alta tecnología, incluyendo helicópteros, radares y aviones no tripulados.
La medida, negociada en consultas con el “Grupo de los ocho” del Senado que presentó la reforma en abril pasado, ha dominado hoy buena parte de los discursos desde el pleno del Senado.
Hasta esta mañana, tanto demócratas como republicanos continuaban ultimando los detalles de la llamada enmienda Hoeven-Corker, en medio de divisiones entre los republicanos sobre su costo y eficacia.
El senador republicano por Alabama, Jeff Sessions, dedicó buena parte de su discurso de más de una hora para criticar la enmienda de sus colegas, en particular su alto costo. Solo la contratación de 20,000 agentes fronterizos adicionales costará aproximadamente 30,000 millones de dólares.
Según Sessions, la enmienda es como un “balde de agua repleto de agujeros” porque incrementa los gastos dentro de la legislación.
Sin embargo, el senador republicano de Arizona, John McCain, miembro del “Grupo de los ocho”, defendió la enmienda Hoeven-Corker y afirmó que el proyecto de ley para la reforma migratoria “es muy duro y requirió mucha cooperación” de la oposición.
McCain reconoció que hay un “escepticismo entendible” entre los líderes de su bancada, tomando en cuenta que la reforma de 1986 prometió frenar la inmigración ilegal y no lo hizo y que no se completó la construcción de un muro en la frontera sur, como se prometió en una ley de 2006.
Por su parte, Hoeven insistió en que la enmienda deja en claro que “no habrá tarjetas verdes (de legalización para los indocumentados) hasta que aseguremos la frontera” con México.
Además, “elimina el incentivo” para futuras migraciones ilegales hacia EE.UU., porque prohibirá la contratación de indocumentados, subrayó.
“No conozco a nadie que pueda argumentar que no apoyará el proyecto de ley… porque hemos respondido (a las preocupaciones) sobre la frontera”, afirmó Corker.
Para la bancada demócrata, que controla el Senado, la enmienda es un “punto de inflexión” que prácticamente garantizará la aprobación de la mayor reforma migratoria desde 1986.
“Esta enmienda nos da una verdadera oportunidad de lograr el apoyo de un número significativo de nuestros colegas republicanos. Esto cambiará la dinámica en la Cámara de Representantes, para que los legisladores estén más dispuestos a aprobar” la reforma, dijo el senador demócrata de Nueva York, Charles Schumer, otro miembro del grupo negociador.