Bradley Manning enfrenta 128 años de cárcel en EEUU
El soldado fue exonerado de ayudar al enemigo, pero encontrado culpable de delitos de espionaje, robo y fraude de computadora
Maryland — Más de tres años después de que Bradley Manning fue arrestado por divulgar secretos militares a WikiLeaks, una jueza militar exoneró este martes al soldado estadounidense de acusaciones de ayudar al enemigo, pero lo halló culpable de espionaje, robo y fraude por computadora.
La jueza, coronel del ejército Denise Lind, deliberó aproximadamente 16 horas a lo largo de tres días antes de llegar a su decisión, en un caso que atrajo la atención mundial: sus partidarios alabaron a Manning como un defensor de la verdad, mientras el Gobierno estadounidense lo consideró un anarquista y traidor.
Manning, de 25 años y oriundo de Crescent, Oklahoma, se puso de pie enfrente de la jueza cuando ella leyó el veredicto. La jueza no ofreció explicación, pero anunció que divulgará sus conclusiones detalladas por escrito, aunque no dijo cuándo.
La acusación de ayudar al enemigo era la más grave de 21 cargos que pesaban contra Manning, y conllevaba una sentencia de cadena perpetua. La audiencia para determinar su sentencia tendrá lugar el miércoles. En total, podría ser sentenciado a 128 años de cárcel.
El juicio militar efectuado a Manning fue inusual porque el acusado reconoció haberle otorgado al cibersitio más de 700,000 partes de batalla y cables diplomáticos, y un video de un ataque de un helicóptero estadounidense ocurrido en el 2007 que mató a civiles en Irak, entre ellos un fotógrafo de Reuters y su chofer. En ese video se escucha a los pilotos burlándose de las víctimas.
Manning se declaró culpable hace unos meses de cargos menores que le habrían valido 20 años de cárcel, pero aun así las autoridades lo llevaron a juicio por los cargos más severos.
En febrero, en una audiencia preliminar, Manning dijo que filtró la información para dejar al descubierto “la sed de sangre” y el menosprecio a la vida humana de las Fuerzas Armadas estadounidenses, y lo que él considera el engaño de la diplomacia estadounidense.
Afirmó que seleccionó información que él creía no perjudicaría la seguridad nacional de Estados Unidos, y que deseaba generar un debate sobre las políticas militares e internacionales de Washington. Manning no habló durante la corte marcial.
El abogado defensor David Coombs calificó a Manning de “un joven, ingenuo pero bien intencionado” que tenía problemas emocionales, en parte porque es gay.
Expresó que Manning pudo haber vendido la información o dársela directamente al enemigo, pero que se la dio a WikiLeaks a fin de “generar reformas” y provocar el debate. Un experto en contraespionaje calculó que los partes de guerra obtenidos por Manning tendrían un valor de $5.7 millones, en base a lo que otras agencias de espionaje han pagado en el pasado por información parecida.
Coombs aseveró que Manning no tenía manera de saber que Al-Qaida podría accesar WikiLeaks, y un reporte de contraespionaje del 2008 exhibió que el Gobierno mismo no sabía mucho sobre el cibersitio.
El Gobierno sostiene que Manning tenía entrenamiento de experto y violó acuerdos firmados en que se comprometía a proteger los secretos. Incluso tuvo que dar una presentación sobre seguridad operacional durante su entrenamiento, al caer en problemas por colgar un video de YouTube sobre lo que estaba aprendiendo.
El fiscal principal, mayor Ashden Fein, dijo que Manning sabía que el material sería visto por Al-Qaida, un elemento clave necesario para lograr que él sea hallado culpable de colaborar con el enemigo. Incluso Osama bin Laden tenía algunos de esos archivos digitales en su guarida cuando fue eliminado.
Algunos de los partidarios de Manning asistieron a todo el proceso en su contra, que duró dos meses. Muchos de ellos protestaron frente a los portones del Fort Meade, donde el juicio tuvo lugar.
Llevaban camisetas con la palabra “truth” (“verdad”) y usaban computadoras para bloguear, tuitear y recaudar fondos para la defensa del soldado. Uno de los manifestantes fue expulsado del recinto cuando la jueza consideró que había proferido amenazas por internet.
Manning admitió que le dio a WikiLeaks a comienzos del 2010 cientos de miles de documentos con partes de batalla, cables diplomáticos y videos.
Manning sostiene que no creía que la información perjudicaría a las tropas en Irak o Afganistán o que pondría en peligro la seguridad nacional.