ONU llama a las partes en conflicto a salvar a Egipto
El organismo mundial pidió al gobierno y a los Hermanos Musulmanes buscar una solución a la violencia que escaló a proporciones considerables el pasado miércoles 14 de agosto.
Ginebra- La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pidió hoy a todas las partes en Egipto que den un paso atrás para salvar al país del desastre tras una jornada sangrienta que ha dejado cientos de muertos y heridos.
“Deploro la pérdida de vidas y pido a todos en Egipto que busquen una solución fuera de la violencia. Urjo a la autoridades egipcias y a las fuerzas de seguridad que actúen con la máxima moderación“, dijo Pillay en una declaración difundida en Ginebra, donde su organismo tiene su sede.
La alta comisionada indicó que existen informaciones sobre una escalada de la violencia a medida que las fuerzas de seguridad avanzaron para arrasar los asentamientos que habían levantado miembros de los Hermanos Musulmanes en El Cairo.
Fuentes gubernamentales han informado de la muerte de más de 500 personas, pero los Hermanos Musulmanes han asegurado que los fallecidos llegan a 2,000.
“El número de personas muertas o heridas, incluso teniendo en cuenta las cifras oficiales muestran un excesivo, incluso extremo, uso de la violencia contra los manifestantes. Debe haber una investigación independiente, imparcial, efectiva y creíble sobre la conducta de las fuerzas de seguridad”, reclamó Pillay.
Agregó que cualquier persona que sea encontrada culpable de estos comportamientos debe ser juzgada.
“Las fuerzas de seguridad en Egipto se rigen por el estado de derecho y deben respetar de forma plena los derechos humanos, incluyendo los derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica”, afirmó.
La alta comisionada también consideró que los ataques a los edificios públicos y lugares de culto también son “extremadamente preocupantes”, y que los responsables de éstos actos deben ser llevados igualmente ante la Justicia.
Pillay sostuvo que estos dramáticos sucesos son una señal de que Egipto se está convirtiendo en un país “peligrosamente polarizado“.
“La violencia y la incitación a ella desde cualquier bando no son una respuesta a los retos de Egipto. Lo que es necesario es una genuina y completa reconciliación”, agregó.
Asimismo, Pillay instó a que todas aquellas personas privadas de su libertad sean tratadas de una forma humana y se les ofrezcan garantías legales.