Al Qaeda toma pueblo
Se demuestra el creciente poder de los yihadistas de ese grupo en Siria
BEIRUT, Líbano. Combatientes vinculados a Al Qaeda capturaron ayer jueves un pueblo cerca de la frontera con Turquía luego de expulsar de la zona a un grupo rebelde que cuenta con el apoyo de Occidente, con lo que demostraron el creciente poder de los yihadistas que buscan ampliar su influencia en el territorio sirio que está en poder de la oposición.
La lucha interna que ahora abarca muchas partes del norte de Siria amenaza con dividir aún más a unas fuerzas opositoras, superadas en armamento por las fuerzas de Bashar al Assad, y fortalecer al presidente en momentos en que se compromete con las potencias mundiales a renunciar a sus armas químicas.
Las fuerzas de oposición que tenían la esperanza de que ataques militares encabezados por Estados Unidos ayudarían a inclinar la balanza en la guerra civil a su favor están cada vez más desesperadas, después de que el Gobierno de Barack Obama dejó de lado esos planes para favorecer una solución diplomática.
Muchos rebeldes culpan a los yihadistas en sus filas por la renuencia de Occidente para intervenir militarmente en Siria o darles el sofisticado armamento que necesitan. También existe una creciente preocupación de que el papel dominante que los extremistas están jugando desacredita la rebelión.
Sin embargo, los yihadistas, entre ellos los miembros del Estado Islámico de Irak y el Levante, una rama de Al Qaeda, han sido algunas de las fuerzas más eficaces en el campo de batalla, al combatir junto al Ejército Libre de Siria, respaldado por Occidente, para capturar predios militares, instalaciones estratégicas y barrios clave en ciudades como Alepo y Homs.
Pero las dos partes ahora están enfrentadas. Las guerras territoriales y los asesinatos de represalia han escalado a feroces batallas, en lo que se ha convertido de hecho en una guerra dentro de la guerra en el norte y el este de Siria, con cientos de muertos en ambos bandos.
“Los moderados se dieron cuenta de que están perdiendo una gran cantidad de territorio ante los islamistas y los combatientes yihadistas, y por eso están más desesperados”, dijo Aaron Zelin, del Instituto Washington para la Política del Cercano Oriente.
Las batallas por el control de Azaz, un pueblo a pocos kilómetros de la frontera con Turquía, representan una de las peores luchas internas en los últimos meses.
Los miembros del Estado Islámico de Irak y el Levante asaltaron la población la noche del miércoles y mataron a varios combatientes del Ejército Libre de Siria antes de obligarlos a retirarse.
Imágenes de vídeo aficionado mostraban a decenas de hombres armados con ametralladoras pesadas en camionetas, que se reunían en la frontera con Turquía con refuerzos. The Associated Press pudo verificar las imágenes sobre la base de entrevistas y otro tipo de información sobre los acontecimientos descritos.
La brigada Al Tawhid, un grupo islamista relativamente moderado con influencia en la región, estaba mediando el jueves para que los milicianos vinculados a Al Qaeda salgan de Azaz, pero los combates continuaban.
Los combates de Azaz destacan la confusión en las filas rebeldes. Los milicianos de Al Qaeda y de Jabhat al Nusra, vinculada a Al Qaeda, han demostrado ser muy hábiles sobre el terreno, pero han tratado cada vez más de arrebatar el control a los rebeldes más moderados.
Charles Lister, analista del centro de terrorismo e insurgencia de HIS Jane en Gran Bretaña, dijo que los combatientes vinculados a Al Qaeda son entre 10 mil y 12 mil, de los cerca de 100 mil miembros que se calcula tiene la insurgencia, pero ejercen una influencia mucho mayor debido a su mejor disciplina y experiencia de combate.
En el frente diplomático, el presidente ruso Vladimir Putin dijo ayer jueves que Moscú tiene fuertes razones para creer que los rebeldes sirios fueron responsables de los ataques químicos en el país, una afirmación que contradicen a casi todos los gobiernos occidentales.
En una conferencia, Putin dijo que “tenemos todas las razones para creer que fue una provocación, una muy astuta e ingeniosa”. Agregó que los autores dependie.ron de tecnología “primitiva”, al usar antigua munición de fabricación soviética que ya no hace parte del inventario del Ejército sirio.
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y otros creen que un informe de los inspectores de la ONU probó que el ataque fue realizado por el Ejército sirio. El informe de la ONU, divulgado el lunes, confirmó que se usaron armas químicas en el ataque, pero no atribuyó culpas.
En Washington, el secretario de Estado norteamericano John Kerry dijo que la Asamblea General de la ONU debería aprobar prontamente un acuerdo entre Estados Unidos y Rusia para eliminar el arsenal químico de Siria, al tiempo que señaló que no hay tiempo para discutir con aquellos que siguen sin estar convencidos de que el Gobierno de Assad lanzó el ataque químico del mes pasado.