Vallista cubano Dayron Robles sigue ‘sin bandera’

Aunque ahora no puede competir bajo la bandera de Cuba, el vallista cifra sus esperanzas en volver a subir a lo más alto del podio y oír el himno de su país en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Robles se entrena en La Habana.

Robles se entrena en La Habana. Crédito: AP Photo / Franklin Reyes

LA HABANA.- Dayron Robles, campeón olímpico de los 110 metros con vallas en Beijing 2008, arranca el domingo su temporada de 2014 en la ciudad francesa de Burdeos la temporada de atletismo. Pero lo hace de manera individidual debido a que su conflicto con las autoridades del atletismo aún no ha sido resuelto.

“Mi bandera es la cubana y siempre va a serlo”, dijo Robles el jueves en una entrevista con The Associated Press. “El hecho que la Federación Cubana me deje competir o no ya es un problema de los federativos, yo estoy dispuesto”.

Quiero estar ahí dentro de la salsa, seguir en los primeros lugares y peleando por subir al podio olímpico, ¡Ojalá sea por Cuba!”, agregó el atleta de 27 años.

Robles pidió la baja del equipo nacional a fines de 2012, después de sufrir varias lesiones en particular una en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y a su regreso a la isla arremetió contra las autoridades deportivas locales.

A mediados de 2013, Robles se trasladó a París para competir con el club de Mónaco, afiliado a la Federación Francesa de Atletismo, y participó en justas del circuito europeo.

Pero la federación cubana de atletismo manifestó su inconformidad con la decisión de Robles de competir por su cuenta.

Robles se acogió a una reforma migratoria, aprobada en enero de 2013, que eliminó la obligatoriedad de que los cubanos pidan un permiso para viajar al extranjero. Sin embargo, con su condición actual, Robles no puede competir ni en los mundiales ni en Juegos Olímpicos.

En Cuba, Robles ha proseguido con su preparación para los 60 metros con vallas, —distancia de la temporada invernal-, todo bajo la mirada de su entrenador de siempre Santiago Antúnez.

La primera salida de Robles será el domingo en Burdeos y después el día 30 de enero espera competir en Dusseldorf, Alemania, una pista en la que en el 2008 logró 7.33 segundos, la segunda mejor marca de todos los tiempos detrás del récord mundial de Colin Jackson (7.30 en 1994).

“Estoy muy contento de regresar al bajo techo”, expresó Robles. Su objetivo es participar en cuatro competencias, esperando un mejor tiempo de 7.50.

“El bajo techo es una prueba corta, técnicamente ayuda para la arrancada y la primera parte de la carrera, después se hacen más fáciles los 110 metros al aire libre”, explicó Robles.

El cubano ostentó la plusmarca mundial, de 12.87 segundos, desde 2008 hasta septiembre de 2013, cuando el estadounidense Aries Merritt marcó 12.80.

“El récord mundial no me obsesiona, pero quiero recuperarlo”, dijo Robles. Mi aspiración es ser mejor cada día, este año trabajé duro, mejoré algunos aspectos de fuerza, velocidad, potencia, eso va a ayudar.

Robles no podrá intervenir en el mundial bajo techo que se disputará en Polonia el próximo marzo.

“Le agradezco a Fidel Castro y la Revolución que me hicieron lo que soy hoy, al presidente Raúl Castro por estos cambios y estas aperturas que me permiten competir ahora, ahora me concentro en hacer bien el trabajo, bajar mis marcas, en estas competencias gracias a las puertas que me abrieron la federación francesa y el club de Mónaco”, dijo Robles.

Pero no renuncia a los Juegos de Río: “Trabajo en función de eso, ahora no pienso en tener que competir por otro país a no ser que no me dejen otra alternativa, pero ese no es el tema ahora. Yo soy cubano”.

En las afueras del estadio de La Habana, donde entrena a diario, muchas personas que pasan lo saludan y le piden hacerse una foto.

“Yo creía que Dayron se había ido de Cuba”, expresó Ernesto Rojo, de 22 años. “Que bueno que estas aquí, te seguimos y queremos verte ganar de nuevo, dale me voy a sacar una foto contigo”, le comentó el joven a Robles.

Sonriente Robles accedió y sentenció: “hay Dayron para rato, el atletismo es mi vida, siempre y cuando me den un pedacito para correr voy a hacerlo, todavía me erizo cuando recuerdo Beijing, el podio, el himno, fue lo más grande para mí”.

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