Un viaje traicionero

El número de menores que ingresan solos al país desde México y Centroamérica ha crecido a niveles históricos

El número de menores que emigran a Estados Unidos sin la compañía de un adulto podría ascender a 60,000 en el año fiscal 2014, pero el sistema de inmigración sigue dándoles la espalda al colocarlos en la vía rápida de la deportación, según un informe divulgado recientemente.

El informe ‘A Treacherous Journey’ (‘Un viaje traicionero’) señala que el número de niños que emigran sin un adulto a Estados Unidos, principalmente de México y Centroamérica, sigue creciendo a “niveles históricos”.

En el año fiscal 2011 la cifra fue de entre 6,000 y 8,000, en el año fiscal 2012 fue de 13,625 y aumentó a 24,668 en el año fiscal 2013.

Estos menores emigran para escapar de situaciones de violencia —incluyendo la derivada del narcotráfico—, abuso familiar, abandono, explotación, privaciones, matrimonios obligados y mutilación genital. Otros son enviados a Estados Unidos donde se convierten en víctimas de explotación sexual o laboral, según el documento, dividido en cuatro secciones.

Pero ya puestos en Estados Unidos, “las autoridades de inmigración los arrestan, los trasladan a la custodia del gobierno federal y los colocan en trámites de deportación”. Los alivios migratorios existentes “no ofrecen suficientes salvaguardas para protegerlos cuando su deportación va en contra de sus intereses”, señaló el documento.

El informe de los grupos Centro para Estudios sobre Género y Refugiados (CGRS) y Kids in Need of Defense (KIND) subraya que es una situación urgente y que las autoridades no deben perder de vista de que se trata de niños y no “adultos miniatura”.

“Ante el histórico número de niños que viajan solos en busca de protección en Estados Unidos necesitamos cumplir con nuestra obligación moral e internacional para asegurar un proceso justo… el debido proceso para estos niños particularmente vulnerables requiere que al menos se les provea un abogado que los represente”, dijo la presidenta de KIND, Wendy Young.

Parte del problema, según activistas, es que no todos los niños arrestados en la frontera son trasladados a la custodia de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados sino que muchos terminan en custodia de la Patrulla Fronteriza, que los puede poner en la vía rápida de la deportación.

Por ello, el documento, elaborado en base a centenares de casos, recomienda una serie de reformas legales y de política que garanticen su seguridad y sus derechos.

Para la abogada Lisa Frydman, de CGRS, un buen comienzo sería dar “de inmediato” la residencia permanente a niños migrantes que no califican para otros alivios migratorios.

Entre otras recomendaciones, el informe pide que el Congreso apruebe una ley que permita que los menores que reciben visas T y U puedan de inmediato ser elegibles para la residencia permanente.

También pide mayor capacitación para los agentes locales, estatales y federales para que puedan identificar y atender efectivamente a las víctimas de la trata de personas.

El documento de 104 páginas también insta al Congreso a que apruebe “fondos adecuados” para poner en marcha las recomendaciones de reforma, incluyendo el acceso servicios legales y sociales.

El informe además recomienda que en el caso de niños que regresen a sus países, Estados Unidos junto con los principales países emisores de niños migrantes —México, Guatemala, Honduras y El Salvador— desarrollen una respuesta “regional” al fenómeno, y analicen eficaces programas de reinserción que fomenten su seguridad y oportunidades de desarrollo.

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