Cinco villanas de telenovela… para no olvidar

Las villanas más recordadas de las telenovelas contemporáneas no son como las de antes.

Ahora se desbordan en sexualidad y usan su coquetería para lograr sus más sibilinos propósitos, tal y como ellas quieren.

Y estas cinco actrices demuestran porque son las más odiadas y, a la misma vez, queridas y necesarias, del género de los melodramas.

Aunque por décadas lloró y lloró tanto que se pensaba era la causante del diluvio universal, la mexicana se adentró en los personajes villanos con éxito. Como Graciela Giacinti de Mendoza en ‘Lo que la vida me robó’, por Univision, da vida a una mujer que no le importa casi vender a su hija (Angelique Boyer) por lograr un estatus social económico al que ha estado acostumbrada ni de engañar a su marido, con él que se casó para lograr una posición distinguida entre la sociedad adinerada, acostándose con otros hombres.

El dinero es, simplemente, todo para ella. Y hace unos años también demostró su odio por su hija Lucrecia (Maite Perroni), debido a que esta es el producto de una violación de su padre, en Mi pecado.

La rubia argentina regresó a la pantalla chica con muchas ganas de amargarle la vida a las protagonistas. Tras su acertado rol como Antonia Guerra en La Patrona, el año pasado, junto a Aracely Arámbula, por Telemundo, vuelve a dar vida a otro papel antagónico como Raquel Altamira en ‘La impostora’.

Y a la hora de lograr lo que quiere, no le interesa hacer menos a sus hijos, excepto a su favorito, ni planear las muertes de aquellos que intenten descubrir sus múltiples mentiras. El origen de tanto odio y resentimiento es por la predilección de sus padres por su hermana, acción que la motivó a lograr lo que ella quisiera a costa de lo que sea. En ambas historias es cínica y usa su atractivo físico para intimidar y manipular a los hombres a su antojo

No era una novata en el mundo de los malos, tras Perro Amor, pero definitivamente la actriz venezolana encontró el papel de su carrera en ‘Marido en alquiler’ el año pasado. La desquiciada de Teresa Cristina Palmer logró hacer reír con sus ocurrencias junto a su loco amante (Miguel Varoni), además de hacer sufrir a su odiada rival (Sonya Smith), o la “bigotona” como ella la llama, y hasta mata a su madre adoptiva y casi repite la historia con su hija (Kimberly Dos Ramos). Después de esta actuación, será difícil borrar esa imagen de la bien vestida loca en la mente de los televidentes de Telemundo.

Sus ojos verdes la convirtieron en una de las protagonistas más dulces y queridas hasta que con el pasar de los años llegaron los papeles antagónicos a su carrera. Su primer papel en este género fue en el refrito En nombre del amor, donde dio vida a la Tía Carlota haciéndole la vida imposible a su sobrina Paloma (Allison Lozz).

Y más recientemente, en Amor Bravío, por Univision, dio vida a Isadora, una mujer sin escrúpulos que con su hijo que al final descubre haber sido adoptado, hace de todo como mentir y conquistar a hombres casados con tal de ser dueña de una inmensa fortuna y hacienda. Entre sus delitos estuvieron robar, matar y hasta ordenar cortar la lengua de uno de sus cómplices para no ser descubierta.

A pesar de tener un gran carisma, son los personajes antagónicos en las telenovelas de Televisa, que después emite Univision, los más memorables en la trayectoria de esta actriz mexicana. Desde Doña Juana en el melodrama de época Alborada y Margarita en El Manantial, a Doña Bernarda en Triunfo del amor, la también cantante ha dado vida a madres que son capaces de todo por que sus hijos sigan sus órdenes sin importar que estos sean infelices por el resto de sus vidas.