Afecta a minorías respaldo de Supremo contra “acción afirmativa”
Dictamen contra “acción afirmativa” ampliará brecha educativa de hispanos, advierten activistas
WASHINGTON.- Los estudiantes hispanos y de otras minorías afrontan problemas de acceso a las universidades, y el fallo de este martes del Tribunal Supremo de respaldar a Michigan en contra de la “acción afirmativa” sólo profundizará la erosión de oportunidades, advirtieron activistas.
En un dictamen de 6-4 el Tribunal Supremo, presidido por el conservador John Roberts, reafirmó la política de Michigan de prohibir desde 2006 que las universidades públicas tomen en cuenta la raza de un estudiante durante el proceso de admisiones, lo que tendría un efecto dominó en otros estados.
La máxima corte explicó que el fallo no es sobre los méritos de la “acción afirmativa” sino sobre el proceso que puede usar un estado para prohibirla.
En nombre de la minoría, la juez Sonia Sotomayor escribió una disensión de 58 páginas en la que señaló que la desigualdad racial no desaparecerá con “solo desearlo”, y que sin la debida supervision algunas leyes pueden “oprimir a los grupos minoritarios”.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que se está revisando el dictamen pero que, en general, el presidente Baracik Obama “cree que la diversidad en las aulas es importante para los estudiantes, los recintos y escuelas”, tomando en cuenta la globalización de la economía y la pluralidad cultural de EEUU.
Obama se opone al uso de “cuotas” pero cree que la inclusión del factor racial, junto a otros criterios, puede ser “apropriado en ciertas circunstancias”, señaló Carney.
Para grupos progresistas, el dictamen es un baldazo de agua fría porque, a su juicio, los hispanos y demás minorías aún necesitan programas que faciliten su acceso a la enseñanza superior.
“Este dictamen no ha acabado con la acción afirmativa pero la ha debilitado. Esta decisión va a reducir aun más el número de latinos en las universidades de Michigan… los latinos ya tienen los indices más bajos de logros académicos y lo que deberíamos hacer es fomentar su ingreso a las universidades”, dijo Vanessa Cárdenas, activista del Centro para el Progreso Estadounidense (CAP).
Según Cárdenas, tras la aprobación de una enmienda constitucional en Michigan contra la “acción afirmativa”, el número de afroamericanos en las universidades públicas bajó en 30% entre 2006 y 2012.
Las universidades públicas en estados que prohibieron la “acción afirmativa”, como ocurrió en California en 1998, han registrado una baja en la matrícula de negros e hispanos, según CAP.
También Washington, y al menos otros ocho estados han adoptado medidas o leyes contra la “acción afirmativa” en el área de educación.
El grupo Education Trust argumentó que si las escuelas ofrecieran la misma educación de calidad que reciben los blancos, el dictamen sería menos problemático, pero la realidad es que aún ahora el color de la piel sigue importando.
En Michigan, los negros y latinos no están tan preparados como los blancos para iniciar estudios universitarios, agregó.
Los programas de “acción afirmativa” surgieron para erradicar la discriminación de las minorías y las mujeres en la educación y el mercado laboral.
Sin embargo, con mayor frecuencia han dado pie a demandas de blancos que se sienten discriminados ante el trato preferencial que reciben las minorías.
El legislador democrata por Michigan, John Conyers, dijo que el fallo se suma a otros del Supremo que son “hostiles” a los derechos civiles “y nuestra lucha por la igualdad”.
Para Richard Kahlenberg, analista de la Century Foundation, una posible solución para mantener o incrementar el porcentaje de negros y latinos en las universidades es reemplazar el factor racial con estrategias que ayuden a combatir la perenne desigualdad socioeconómica de estas minorías.