Hay más empleos pero…

Las noticias sobre la recuperación economía son mixtas. Una, muy buena, dice que ya se recuperó la cantidad de empleos perdidos en el sector privado durante la Gran Recesión; la otra, muy preocupante, indica que el 44% de esos puestos de trabajo creados fueron en el área de menos ingresos, la que perdió 22% de empleos partir de la crisis del 2008.

Este reciente análisis del National Employment Law Project, confirma lo que ya se ha ido reportando sobre la recuperación de la economía y el efecto devastador que está teniendo en la clase media y media-alta.

La mayor pérdida de empleos (78%) se registró entre los trabajadores con salarios desde los 13.73 dólares hasta los 32.62 dólares por hora. Mientras que la mayor generación de trabajo se produjo en el sector de servicios y venta minorista con salarios entre 9.48 dólares y 13.33 dolares por hora. En ese último sector actualmente hay 1.85 millones de empleos por arriba de la cantidad existente antes de la recesión.

La recesión tuvo un tremendo impacto laboral en donde una parte del sector privado aprovechó para reinventarse y funcionar con menos personal. Esto condujo, entre otros, a un sector empresarial con mucho efectivo en sus arcas y un mercado laboral desfavorable para los trabajadores.

Más allá de las iniquidades, nos inquieta que el principal crecimiento en la economía sea el sector de menos ingresos, reduciendo el poder adquisitivo de los estadounidenses.

Es equivocado creer que el consumo del sector más pudiente, cada vez de menor tamaño, es suficiente para tener una demanda interna que conduzca a una economía con un crecimiento saludable en un sistema político estable.

Es aberrante la idea del trabajador a tiempo completo pobre que debe ayudarse con la asistencia pública porque su empresa cuenta con el erario público —a través de beneficios — para que se ocupe de sus empleados.

Ante este panorama, es comprensible el empuje para elevar el salario mínimo federal, incluso cuando el costo para elevar el ingreso de 10 millones de personas pueda ser la pérdida de medio millón de empleos. Esos millones de beneficiados fortalecerán la economía con un mayor poder adquisitivo, ayudándola a crecer de una forma más estable.

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