Liberado periodista ‘sin papeles’
Cayó en manos de inmigración durante visita a MacAllen, Texas
El activista y ex periodista laureado con el Premio Pulitzer, José Antonio Vargas, quien durante los últimos tres años se ha convertido en uno de los inmigrantes indocumentados más famosos del país, estuvo bajo custodia de las autoridades migratorias de McAllen, Texas, luego de ser detenido en el aeropuerto cuando se disponía a tomar un avión a Los Ángeles, pero fue liberado a media tarde.
Según la Agencia de Protección de Fronteras y Aduanas (CBP), Vargas fue detenido cuando pasaba el punto de seguridad del aeropuerto, “al declarar que estaba ilegalmente en el país”.
“El señor Vargas fue transportado a la estación McAllen donde se le procesó y recibió una orden de presentarse ante un juez de inmigración. Luego fue liberado bajo su propia responsabilidad tras consultas con la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE)”, añade el comunicado. “Vargas nunca fue arrestado anteriormente ni la agencia ha emitido órdenes de arresto en su contra. ICE se enfoca en la aplicación inteligente de las prioridades de la agencia”.
Vargas había sido esposado y arrestado temprano por la mañana, cuando trató de pasar la seguridad en el aeropuerto de McAllen, Texas, armado únicamente con su pasaporte filipino y una copia de la constitución de Estados Unidos. Se dirigía a tomar un avión camino a Los Ángeles, donde su película “Undocumented” será mostrada en la Conferencia del Concilio Nacional de la Raza (NCLR) este fin de semana.
“Como niño inmigrante que vino solo también, vine a Mc Allen, Texas para ilustrar el problema de los niños a quienes parte de este país y de los medios de comunicación están volviéndoles la espalda”, dijo.
Grupos cercanos a Vargas, activistas de United We Dream, reaccionaron de inmediato criticando su arresto. Vargas no pudo calificar para la acción diferida o DACA por su edad, aunque igual que la mayoría de dreamers, llegó aquí muy pequeño. Pero para otros activistas, su arresto causó sospecha y controversia. Algunos expresaron en medios sociales que no era posible que no supiera a lo que se exponía en la zona fronteriza y sugirieron que era una forma de poner atención a la expansión de DACA y quitarla de los niños refugiados. “Es un oportunista, nuestros líderes necesitan dejar de usarnos como herramienta para promover su nombre”, indicó la página de Facebook de Dreamactivist.org., un grupo ligado a los organizadores del Dream 9, Dream 30 y Dream 150. “No hay que crear una crisis falsa cuando existe una real.
Cristina Jimenez, de UWD, indicó que Vargas, como ella, crecieron indocumentados pero en zonas del país donde no se vive la misma situación de las zonas fronterizas y no estaban conscientes de que Vargas tendría problemas en la zona. “La verdad ni el ni yo nos dimos cuenta, la cosas pasaron muy rápidamente”, dijo Jiménez. “Queríamos estar allí con grupos que están ayudando en la crisis de los niños, fue uno de nuestros activistas locales el que nos indicó que quizá tendría problemas con los checkpoints”.
Las comunidades fronterizas viven asediadas por “checkpoints” y por la presencia ubicua de la patrulla fronteriza. Desde hace años, la frontera ya no es sólo la línea que separa a México de Estados Unidos, sino 100 millas hacia el interior de Estados Unidos, donde los patrulleros fronterizos rutinariamente detienen a gente en la calle, en los aeropuertos y en cualquier otro lugar, indicaron residentes locales.