Conservadores arman un ‘ejército’ sin incluir a hispanos
Ted Cruz llama a la acción para frenar 'la amnistía que prepara Obama'
WASHINGTON, D.C.— Mimado por el “Tea Party”, el senador republicano por Texas, Ted Cruz, busca un “ejército” que ayude a los conservadores a retomar el control del Senado en noviembre próximo y a recuperar la Casa Blanca en 2016. Su estandarte de lucha es “no a la amnistía ejecutiva” para indocumentados.
“Vamos a retomar el Senado de Estados Unidos, vamos a desbancar a Harry Reid (líder de la mayoría demócrata en esta cámara)”, dijo Cruz, dejando en claro que el “Tea Party” controla su partido -aunque eso dificulte el avance con los votantes hispanos-, y que él es el principal favorito para instalarse en la Casa Blanca en 2017.
Cruz hizo un llamado a la acción a los más de 3 mil invitados del grupo “Americans for Prosperity”, brazo político de los hermanos y magnates conservadores Charles y David Koch, que durante el fin de semana se reunieron en Dallas, Texas.
“Cada hombre, mujer y niño que está aquí, tenemos 66 días (antes de la elección del 4 de noviembre) y tenemos trabajo por hacer”, sostuvo Cruz para luego enumerar la lista de sus cuatro prioridades: la número uno: “no a la amnistía” que el Presidente Barack prepara para los indocumentados.
La derrota de la ley de refoma sanitaria conocida como “Obamacare”, una política exterior más “sensata” y la protección de los derechos constitucionales —presuntamente atropellados por la Administración Obama— completan su lista.
Cruz indicó que para lograr su meta, el ala conservadora de su partido está “construyendo un ejército” vital para una victoria en 2014 y 2016.
La Opinión no obtuvo respuesta de la oficina de Cruz buscando una entrevista con él o sus declaraciones.
Mientras tanto, los posibles alivios migratorios que Obama estaría considerando, ya son arma electoral: para desbancar a los demócratas en el Senado, el grupo “Tea Party Patriots” ha recabado unos $800 mil a través de internet.
“Como el Tea Party constituye una parte significativa de la base republicana, movilizar a los conservadores no es necesariamente una mala estrategia”, explica Geoffrey Skelley, analista de la Universidad de Virginia.
Según Skelley, los hispanos tienen poquísimo peso en estados como Alaska, Arkansas, Iowa, Luisiana y Carolina del Norte, donde la retórica anti-inmigrante incentiva a los conservadores.
La única excepción es Colorado, donde el legislador republicano Cory Gardner ha adoptado un tono moderado.
También, la presión del “Tea Party” explica el cambiante rumbo del senador republicano por Florida, Marco Rubio, miembro del “Grupo de los ocho” que elaboró la reforma migratoria aprobada por el Senado en 2013.
Ahora Rubio insiste en la seguridad fronteriza primero y advierte de que las medida untilaterales de Obama perjudicarían la reforma, ya sepultada para este año. La Opinión ha intentado en vano obtener declaraciones de Rubio.
Para castigar los posibles alivios migratorios, Rubio ha sugerido un posible cierre del gobierno, pero el liderazgo republicano busca opciones certeras y menos radicales para sumar votos.