El poder transformador de la Música
La educación debe formar seres humanos en equilibrio. No todo lo humano es racional, también tenemos un lado emocional-creativo que complementa una personalidad sensata y en armonía.
Un camino bastante poderoso para encontrar ese equilibrio es la música. Nada mejor que el aprendizaje de la música para formar mejores seres humanos, en especial, cuando ese aprendizaje empieza desde la niñez. Porque, como lo he mencionado en otras ocasiones, la inversión social más rentable es la educación de los niños y esta verdad aplica para todos los países del mundo.
La música tiene una enorme capacidad para transformar vidas y brindar esperanza. He sido testigo de cientos de casos de niños y niñas que con la práctica de esta expresión artística se llenan de ilusión, alegría y energía para transformar su futuro.
A través de la música, niños y jóvenes desarrollan habilidades más allá de la ejecución de un instrumento o de la apreciación estética. Cuando forman parte de conjunto o de una orquesta, aprenden valores como el trabajo en equipo, el esfuerzo, disciplina, la búsqueda de la excelencia mientras refuerzan su autoestima. En suma, se abona al desarrollo de mejores ciudadanos un esfuerzo transformador y multiplicativo.
Cada dólar que se invierte en la formación integral de la infancia a través de la música, tiene un rendimiento social incalculable. Si podemos fomentar que los niños se ocupen en actividades creativas mediante las cuales canalicen su vasta energía, podremos contribuir además a que se alejen de toda una serie de problemas que amenazan constantemente a la sociedad, como la violencia. En este sentido, estoy convencido de que podemos y debemos hacer todo lo posible para cambiar armas por violines y esto aplica para México y los Estados Unidos.
Darles a los niños inspiración, un buen ejemplo y la oportunidad de ser parte de algo mucho más grande en un momento crítico de sus vidas, puede hacer la diferencia entre formar ciudadanos constructivos o seres antisociales y destructivos.
Éste es precisamente el objetivo de la Orquesta Esperanza Azteca Los Angeles, la primera en su tipo en Estados Unidos, proyecto que con gran orgullo y satisfacción lanzamos. el día de ayer, en compañía del Alcalde Garcetti, su esposa Amy Wakeland, el Concejal Gil Cedillo del Primer Distrito, y con el generoso apoyo de Andrew Nikow y de su fundación.
Esta orquesta forma parte de una red de 70 ensambles musicales y coros con presencia en todo México y El Salvador, que beneficia más de 14 mil niñosy niñas, y que por su fuerza multiplicadora, seguiremos impulsando. Espero que, desde Los Ángeles, este esfuerzo se extienda por todo EEUU, para beneficio de los latinos
