Golovkin, al rescate de los pesos medianos

Cuando Julio César Chávez Jr. salió en la tele comiendo cereal en calzoncillos, empezamos a sospechar que no se tomaba muy en serio su carrera.

Era lo previo a su combate crucial y examen definitivo frente a Sergio “Maravilla” Martínez y el hijo del mítico Julio César no se daba por aludido de que el pleito era con él.

Luego pasó lo que pasó y entre que “Maravilla” se puso viejo muy rápido y que Julito decidió que no le gustaba entrenar, nos quedamos sin pesos medianos para nutrir las carteleras y honrar a una de las categorías con más grandeza.

Es la categoría de Carlos Monzón, Marvin Hagler y “Sugar” Ray Robinson y eso es mucha historia. Un peso en el que se asomaron con pasos tímidos y salieron corriendo “Tito” Trinidad y Óscar de la Hoya.

Ambos pasaron sin ningún logro y al menos un par de manchas en sus récords y muchas magulladuras en su cara.

Creímos entonces que Chávez Jr., con un biotipo perfecto para los medianos tenía cómo hacerlo, pero no quiso. Por falta de disciplina, de facultades técnicas y de hambre.

Por eso aplaudimos a Gennady Golovkin, un hombre que probó ante “Veneno” Rubio la clase de boxeador que es y quien se planta en las 160 libras para devolverle el brillo a una categoría denostada y maltrecha, ahora en manos de cualquiera.

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