¿Una nueva era para los deportes de Cuba?
Hay poca claridad sobre el impacto de las medidas de Obama, pero en el béisbol podrían darse algunos cambios muy importantes
Nueva York.- Todos quietos. El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba no significa que para los atletas cubanos esté por abrirse la puerta al exterior, aunque muchos sueñan que con este anuncio se acerque el fin del embargo cubano, último obstáculo entre los deportistas de la isla y las ligas profesionales del mundo.
“Parece que nos estamos acercando a la posibilidad de que exista un proceso más humanitario para que los peloteros puedan llegar de mejor manera a Grandes Ligas”, comentó Adrián Burgos, historiador experto en béisbol de la Universidad de Illinois. “Pero no hay nada claro aún y cualquier aseveración en este momento sería una especulación”.
En un anuncio conjunto, Barack Obama, presidente de Estados Unidos, y Raúl Castro, su contraparte de Cuba, informaron que habría un acercamiento dando vuelta de 180 grados a la política que imperaba desde hace más de medio siglo.
“El acuerdo abrirá un nuevo capítulo entre las naciones de América”, dijo ayer el presidente Obama en su discurso dirigido al pueblo estadounidense.
Castro y el fin del profesionalismo
Con el triunfo de la Revolución Cubana, Fidel Castro terminó con el profesionalismo en los deportes, a los que convirtió en amateur, aunque los atletas de élite de la isla gozaban de ciertos beneficios no disponibles para el resto de la población.
La respuesta del gobierno del entonces presidente John F. Kennedy fue instaurar el embargo económico en 1960, cortando de tajo cualquier tipo de negocios e intercambios con Cuba. Así se cerró la puerta para que los equipos o ligas profesionales firmaran directamente a los deportistas de la isla.
Para ellos la única opción era el escape: dejar la isla, viajar a un tercer país y ahí encontrar postor para sus servicios bajo la autorización del Departamento del Tesoro, tal y como ocurre con los peloteros que llegan a Grandes Ligas.
Todo esto a cambio de quedar marcados en su país como desertores y traidores al régimen castrista.
Balseros ligamayoristas
Los aterradores detalles de estos escapes han salido a la luz gracias a las historias de Orlando ‘Duque’ Hernández, en 1998, o más recientemente Yasiel Puig, patrullero del Dodgers de Los Angeles. De hecho, apenas el martes se anunció que un comerciante del sur de la Florida se declaró culpable ante un juez federal de conspirar para traficar a Puig a cambio de una tajada de su jugoso contrato con los Dodgers.
Pero los riesgos del escape no han intimidado a los deportistas. Basta con ver que la temporada pasada Cuba tuvo 19 peloteros en Grandes Ligas y muchos anticipan que hay más talento esperando que se abran las puertas.
“A lo mejor el gobierno cubano ha decidido que es hora de entrar al negocio del béisbol y sacar una tajada por todo el gran talento que desarrollan en vez de que se lo queden los coyotes de la pelota”, manifestó Burgos.
Ante estos acontecimientos, MLB mostró cautela con un comunicado difundido a los medios.
“Estamos monitoreando muy de cerca el anuncio de la Casa Blanca. Aún no tenemos los detalles suficientes para hacer una evaluación realista”, detalló MLB.
“Seguiremos este acontecimiento e informaremos a nuestros clubes si esta nueva postura podría impactar la forma en que atienden negocios o asuntos relacionados con Cuba”.