Los hombres del silbato también están listos para Copa La Opinión

De futbol se habla siempre y en todas partes: los equipos, los futbolistas, los goles, los campeonatos. Y todos tienen su voz. Pero lo que no se escucha mucho es el otro punto de vista: el de los árbitros.

La primera Copa La Opinión está cerca, y ellos, los hombres del silbato, también se alistan.

“La opinión que tengo acerca de este torneo es que es el empujón que necesita el futbol local entre la juventud”, dice Víctor Macías, uno de los árbitros que verán acción este sábado en las canchas del Dolphin Park, de Carson. “Estos torneos son muy buen escalón”.

Macías, nacido hace 53 años en Morelia, Michoacán, y admirador del colegiado mexicano Armando Archundia, lleva 18 pitando en las canchas locales.

“Tengo estilo de que fluya el juego, pero sin complicar el partido, y ya después dar explicaciones de por qué no se marcó la falta o por qué la marqué después”, indica este residente de Long Beach.

Ser árbitro es más difícil de lo que podría pensarse.

“Tienes que educarte, entrenarte, estudiar las reglas del deporte. No es nomás de agarrar un silbato y ponerse un uniforme”, explica Macías, quien considera que la buena comunicación en la cancha es esencial para evitar problemas.

“Yo fui jugador local y sé lo que son las calenturas de jugadores y de las porras. En eso me he basado mucho para calmar a los jugadores, al contrario, sin ofensas, sin reclamos, especialmente cuando hay errores de un jugador o del árbitro. Hay modo de platicar”, señala.

José Vélez, con 25 años de experiencia como árbitro en Los Ángeles, también estará en Copa La Opinión.

“He visto que se ha creado mucha expectativa, con muchos equipos tanto de hombres como de mujeres”, dice Vélez, originario de Guadalajara y que cuando era joven jugó en juveniles del Atlas.

El nazareno, quien trabaja en la Carson Soccer, también estima que la comunicación es crucial en las canchas.

“Cuando veo que un jugador trata de lastimar a otro, le digo: ‘al balón, al balón, porque mañana hay que trabajar y hay que ir a la bailada en la noche’. Trato de ser amable y que entren en razón”.

Pero a veces ni con buena comunicación es sencillo mantener el orden.

“Mucha gente dice que yo tengo la potestad y facultad de, con las tarjetas, componer la situación. Pero no… Muchas veces los equipos ya están bien calientitos, y entonces yo también debo de estar al mismo nivel y ‘a la misma temperatura’”.

Que haya piernas calientes, cabezas frías y juego limpio en Copa La Opinión.