Plan presupuestario de Obama afronta lucha en el Congreso

Republicanos se oponen a receta de Obama de "más gastos y más impuestos"

El plan presupuestario del presidente Barack Obama de cuatro billones de dólares para el año fiscal 2016 no había salido aún de la imprenta cuando ya afrontaba las críticas de los republicanos en el Congreso, que lo tacharon como una inaceptable receta para “más gastos y más impuestos”.

La propuesta incrementa por unos $320,000 millones los impuestos a los más ricos y a las corporaciones, con el propósito de financiar créditos tributarios y otras ayudas para la clase media y los trabajadores.

La idea del plan, pensado para un plazo de diez años, es comenzar a reducir la desigualdad económica en EEUU, agravada tras la “Gran Recesión” de 2007. Así, la Casa Blanca calcula que unos 44 millones de hogares verían un recorte tributario promedio de $600 dólares.

La Administración Obama confía en que se podrá llegar a un acuerdo con la bancada republicana que controla el Congreso, añadiendo al presupuesto, por ejemplo, un aumento en fondos para la infraestructura y para la defensa nacional.

Pero, casi al unísono, los republicanos dejaron en claro hoy que la propuesta no tiene su apoyo porque, entre otras cosas, parece ignorar la abultada deuda nacional de $18 billones.

En unos momentos en que muchos estadounidenses siguen luchando para subsistir, “este presupuesto solo aumentaría los costos y los impuestos… el presidente Obama solo se está atrincherando más en ideas viejas, ineficientes y rechazadas”, se quejó el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, el legislador californiano Kevin McCarthy.

Los demócratas, con igual fuerza, salieron en defensa del plan. El senador demócrata por Nueva York, Charles Schumer, replicó que si los republicanos rechazan este plan y no ofrecen una alternativa mejor, estarán demostrando que “les interesa más ayudar a grupos de intereses especiales que a las familias de clase media”.

Durante una rueda de prensa, algunos de los principales asesores de Obama insistieron en que el plan ayudaría a reducir el déficit por $1,8 billones de dólares, a través de mejoras a la economía, un aumento de impuestos y reformas tributarias y del sistema de inmigración.

Según Shaun Donovan, director de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca (OMB), la reforma migratoria, como la que aprobó el Senado en 2013, reduciría el déficit por $160,000 millones en la primera década y por $700,000 millones en la siguiente.

Atrincherados los dos partidos, es difícil ver una salida consensuada en la que ambas partes ganan en esta batalla presupuestaria. Si los republicanos tienen una mejor idea, Obama ha dicho que quiere escucharla.

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