Víctimas de Aytozinapa piden en LA el final del Plan Mérida
Exigen a los gobiernos de México y EEUU que 'dejen de seguir cometiendo crímenes atroces'
Marcha por los desaparecidos de Ayotzinapa en Los Ángeles. Crédito: Jorge M. Noriega / Especial para La Opinión
Padres y madres, hermanos, tíos y familiares de las 43 víctimas desaparecidas en Ayotzinapa clamaron hoy, durante una marcha en Los Ángeles por el fin del Plan Mérida, entre los gobiernos de México y Estados Unidos.
“¡Alto al Plan Mérida!, ¡Alto al genocidio!”, corearon centenares de personas que se solidarizaron con la petición de justicia para los estudiantes desaparecidos hace casi seis meses.
El llamado Plan Mérida fue establecido por Estados Unidos, en acuerdo con México y los países de Centroamérica para combatir el crimen organizado y el narcotráfico. Fue activado por el expresidente George Bush, en junio de 2008.
“Sus armas y sus balas están matando a campesinos, líderes sociales y estudiantes”, denunció Ángel Neri de la Cruz, uno de los sobrevivientes de la masacre del 26 de septiembre de 2014. “Dejen de seguir cometiendo crímenes atroces”.
Estanislao Mendoza, padre de Miguel Ángel Mendoza Zacarías, uno de los 43 desaparecidos dijo que para los padres de familia “es una tortura no saber dónde están, ni saber dónde encontrarlos”.
Desde la Placita Olvera hasta el edificio del consulado general de México en Los Ángeles, la caravana de manifestantes lanzó consignas e insultos al gobierno mexicano.
¡Fuera Peña Nieto!, ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!, “¡Ayotzinapa vive, la lucha sigue, sigue!”, gritaron a una sola voz, ante la mirada atónita de transeúntes.
Blanca Luz Nava Vélez, expresó que, como madre, nunca se dará por vencida para hallar vivo a su hijo, Jorge Álvarez Nava (19 años), uno de los 43 desaparecidos.
“Todos sufrimos todos los días; de día y de noche los lloramos, no hay pruebas de que estén muertos”, declaró. “Y quiero que sepan que los muchachos están vivos”.
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“Ellos exigen verdad y justicia”, dijo Rubén Tapia, uno de los organizadores de la #Caravana43 USA, para quien los tres niveles del gobierno mexicano: municipal, estatal y federal tienen responsabilidad en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
“El gobierno tiene que decir dónde están; a los muchachos se los llevaron policías en patrullas municipales”, dijo. “Ahora, con puras mentiras quieren cerrar el caso”
A casi medio año de la desaparición forzada de los estudiantes, el 26 de septiembre de 2014, ninguno de los 43 ha sido encontrado. Se presume que están muertos, supuestamente asesinados por miembros del cartel Guerreros Unidos, -coludido con la policía municipal- según la investigación realizada por la oficina del procurador general de México, Jesús Murillo Karam.
“Todos ellos tienen manchadas las manos de sangre”, declaró Tapia.
Autoridades mexicanas han mantenido que están “dispuestos a apoyar” la investigación del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) e insisten en que los 43 estudiantes fueron presuntamente ejecutados e incinerados.
En el acuerdo firmado en noviembre de 2014 por la CIDH, el Estado mexicano y representantes de los estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, se establecieron las actividades a ser desarrolladas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes: elaboración de planes de búsqueda en vida de las personas desaparecidas; análisis técnico de las líneas de investigación para determinar responsabilidades penales; y análisis técnico del Plan de Atención Integral a las Víctimas.
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#Caravana43: ‘Venimos a informar lo que realmente pasó en Ayotzinapa’ Ángel Neri tiene 19 años. Por temor a represalias, antes hablaba con temor de su pesadilla vivida aquel trágico 26 de septiembre de 2014 donde murieron seis estudiantes de la Normal “Raúl Isidro Burgos” y 43 de sus compañeros fueron desaparecidos. Hoy es todo lo contrario. No tiene miedo a nada ni a nadie, mucho menos para denunciar a nivel internacional lo ocurrido aquel viernes negro en la historia de México. “El miedo se lo llevaron el 26 de septiembre”, dice Ángel. “En términos legales cometieron un crimen de estado…fueron agentes del estado quienes cometieron este crimen”. Aquel día, Neri y otros 80 estudiantes buscaban generar las condiciones para el viaje al Distrito Federal a recordar la Matanza de Tlatelolco, del 2 de Octubre de 1968, bajo el régimen de Gustavo Díaz Ordaz. “La zona estaba ‘caliente’; había demasiados policías; salimos en dos autobuses y notamos que en la caseta de Iguala los [policías] federales estaban bajando a la gente y los regresaban a pie a [el estado] de Morelos”, narra. “Ya estaba oscureciendo y el autobús dejó a los chavos en la terminal; necesitaban que fuéramos por ellos a Iguala y ahí tomamos rápidamente otros autobuses; íbamos en caravana, pero uno se desvió por el Zócalo de Iguala”. Su arribo a ese lugar coincidió con la llegada de policías municipales que les cerraron el paso. La pesadilla apenas comenzaba. El conductor no se detuvo, hasta que fue bloqueado. “Empezaron a disparar, pero logramos quitarle el freno de mano a la patrulla; preguntamos cómo ir hacia Chilpancingo y ya la íbamos a librar, pero llegaron más patrullas que abrieron fuego directamente y le dieron en la cabeza a Aldo Gutiérrez”. “¿Por qué nos disparan? No estamos armados”, gritaron los estudiantes. “Y vino otra serie de descargas; nos agachamos en la parte trasera, debajo del autobús… la balacera era horrible…nos estaban acribillando y nos estaban encapsulando…bajaron a todos y por alguna razón o nos llevaron a mí ni a Uriel Alonso”. Aunque ha recibido la solidaridad internacional, la masacre de Ayotzinapa, contada por Ángel Neri, sigue sin resolverse y aun no hay justicia para las familias de los desaparecidos. LEE TAMBIÉN: #Caravana43: Los Ángeles acoge a padres de Ayotzinapa Los tres equipos integrados por padres de los desaparecidos, sobrevivientes y abogados de los familiares recorren las rutas del Pacífico, Centro y Atlántico de Estados Unidos. El grupo de manifestantes que estuvo en Los Ángeles viajará en los próximos días de marzo y las primeras dos semanas de abril a las ciudades de San Diego, Oxnard, Fresno, Sata Cruz, San José, Berkeley, San Francisco, Santa Rosa y Sacramento. La caravana, que también pasará por Washington, Nevada, Colorado, concluirá el 28 de abril en Nueva York.
