“Hay que cambiar mucho para que esta compañía sobreviva”

Hace solo 11 semanas que Paula Schneider llegó a la presidencia de American Apparel, y ya se siente la nueva dirección en la compañía.

“Tenemos que hacer muchos cambios en la compañía para que pueda sobrevivir y prosperar”, dijo Schneider en una entrevista con La Opinión.

Esta misma semana, Schneider despidió 180 trabajadores en varios departamentos.  La presidenta lamenta esta decisión pero explica que era un parte esencial a la reestructuración y que ha habido despidos antes cuando ella no estaba al frente de la empresa. El año pasado dejaron la compañía 238 personas y el anterior 160. Quienes se fueron esta semana tuvieron una compensación pero de los despedidos antes solo un 10% lo recibieron, según explica la ejecutiva

“Hemos hecho un análisis completo, y ha sido un proceso muy intenso para llegar a la conclusion que necesitamos menos gente”, explicó. Los empleados han salido con un paquete de compensaciones dependiendo de cuanto tiempo han trabajado con la compañía.

Otro de los cambios es que la compañía diseñará y producirá un 30% menos de estilos. Schneider explica que el año pasado, se quedaron con mas de un millón de unidades extras de inventario.

“Y por primera vez, estamos realizando un presupuesto ‘abajo hacia arriba'”, dijo la presidenta del nuevo modelo de negocio que toma en cuenta los necesidades de los administradores de cada departamento antes de calcular el presupuesto de toda la compañía.

Aunque los despidos se centraron sobre todo en el departamento de producción (el mayor de la compañía), también hubo reducciones de empleo en las áreas de marketing, finanzas, y el departamento creativo. La compañía emplea aproximadamente 10,000 trabajadores a nivel mundial, y 7,500 de ellos están en Los Angeles. La mayoría de los puestos de producción están ocupados por latinos

Schnieder dice que fue un desafío reemplazar el fundador Dov Charney, quien fue despedido entre acusaciones de acoso sexual, entre otros problemas. Y a su llegada vio un panorama complicado. “No llegué a una compañía sana” dijo Schnieder antes de mencionar los $340 millones de deuda que ha acumulado American Apparel en los últimos 5 años y el hecho de que no haya tenido beneficios en los últimos años. “El problema no es la marca, estoy apasionada por la marca. El problema es la estructura, y por eso hay que hacer cambios”.

La porción de trabajadores despedidos esta semana es menos del 2% del total que emplea American Apparel, y 4% de los trabajadores en Los Angeles. Schneider asegura que aumentará las horas para empleados con puestos de tiempo completo a 40 horas la semana. Pese a los problemas, se muestra optimista. “Espero que en los próximos 6 meses a un año, cuando la compañía se estabilice, podré contratar y recontratar más gente para seguir creciendo”, dijo.