El australiano que tiene enfadado al mejor tirador de la NBA

“Matthew, ¿eres un jugador enfadoso?”, le preguntó el miércoles un reportero a Matthew Dellavedova, a propósito de su combativo estilo de juego, que ha molestado y hasta sacado de quicio a sus oponentes en estos playoffs de la NBA.

“¿Soy un jugador enfadoso? Bueno, nunca he jugado contra mí mismo”, respondió el súbitamente ilustre guardia australiano de los Cavaliers de Cleveland, quien se ha convertido en un verdadero “factor X” de las Finales de la NBA contra Golden State.

Dellavedova emergió luego de tres partidos de las Finales como hombre clave, convirtiéndose en un inesperado “socio” de LeBron James para poner a Cleveland a dos triunfos de celebrar algo que en esa ciudad no ha sucedido en más de medio siglo: un campeonato de deportes profesionales de ligas mayores.

El martes, faltando 2:27 minutos del crucial partido 3, luego de un triple de Stephen Curry que había acercado a Golden State a sólo un punto tras recortar un déficit que llegó a ser de 20, Dellavedova apareció; tomó el balón, enfiló hacia el aro con la marcación de Curry, quien le cometió foul, y mientras caía hizo un tiro de fantasía que sacudió las redes tras rebotar en el tablero.

Cleveland se separó a cuatro puntos y ya no perdió la ventaja, para escaparse con la victoria y poner la serie 2-1 en su favor. Minutos antes, Dellavedova persiguió un balón suelto y se lanzó por la banda, aterrizando en la segunda fila junto al banquillo de su equipo.

La valiente acción enmarca perfecto lo que este jugador de 24 años de edad representa para los Cavs: entrega, garra, corazón. Y a veces, contra equipos superiores, esa es la única manera en la que se puede ganar.

LeBron no podría tener a su equipo en donde se encuentra si no fuera por las contribuciones de Dellavedova, contribuciones que no vienen de Kevin Love (fuera por lesión), Kyrie Irving (fuera por lesión), ni tampoco del errático J.R. Smith.

Es Matthew Dellavedova, el chico que llegó a la NBA por la puerta trasera, sin haber sido reclutado tras jugar en Saint Mary’s College, irónicamente, una escuela localizada muy cerca de Oakland, donde juegan los Warriors. Así que la piedra en el zapato de Curry y los Warriors se hizo jugador en el área de la Bahía, tras viajar desde Australia soñando con llegar un día al mejor básquetbol del mundo.

Dellavedova, quien está en su segunda campaña en la NBA pero con sólo 17 partidos iniciados hasta antes de estos playoffs, acabó el martes con 20 importantes puntos, y también acabó con un alto grado de deshidratación, teniendo que ser trasladado en ambulancia a un hospital local.

“Voy a estar listo para jugar mañana”, aseguró el miércoles.

Piedra en el zapato del ‘MVP’

El valor de Dellavedova va más allá de sus puntos y su energía para disputar cada balón. La defensa que le está haciendo a Curry, claramente el mejor tirador de la liga, ha sido extraordinaria.

En el juego 2, Curry falló 13 intentos de triples, un récord de Finales de la NBA. En el juego 3, le hizo la vida miserable hasta que el “MVP” de la temporada despertó en los minutos finales.

¿Se le ha metido Dellavedova en la cabeza a Curry?

Curry prefirió no hablar mucho del hombre que lo está limitando, pero le dio su crédito por aquel tiro de circo.

“Ellos obviamente adoran la manera en la que juega”, dijo Curry sobre cómo Dellavedova hizo despertar a los aficionados. “Hizo algunas canastas oportunas, y ésa fue una de ellas”.

El nombre de Matthew Dellavedova no era parte de las conversaciones de la NBA hasta la serie final de la Conferencia Este, cuando se volvió noticia por causarle una lesión a Kyle Korver, de los Hawks de Atlanta, a quien le rodó sobre un tobillo en una de sus típicas zambullidas sobre la duela, dejándolo fuera de circulación.

Días después, en una melé similar, Dellavedova se le fue encima a Al Horford, quien molesto lo golpeó sobre el suelo.

Pero en las Finales, el rol de Dellavedova creció cuando Irving quedó fuera por el resto de la serie al sufrir una fractura de rodilla. Pero no es que esto le tome por sorpresa.

Antes de la temporada, sabiendo que LeBron sería su compañero de equipo, Dellavedova decía: “He escuchado sobre lo fuerte que trabaja, así que me emociona ver eso día a día. Y obviamente, con LeBron vamos a estar jugando algunos partidos significativos al final de la temporada. De eso se trata”.

Las expectativas de Dellavedova se cumplieron, excepto acaso que nadie se imaginó entonces que él sería protagonista.