General Motors rechazó la fusión con FCA

Al parecer, FCA busca fortalecerse para evitar otra gran adversidad económica como la que enfrentó en 2009

El CEO de FCA (Fiat Chrysler Automóviles) Sergio Marchionne está empujando su suerte más allá de cualquier límite que la industria automotriz haya visto antes.

Marchionne dijo en los últimos meses que es necesaria una consolidación entre los fabricantes de automóviles a nivel mundial para eliminar gastos de desarrollo, fabricación y ruidosos despidos.

Básicamente, Marchionne debe saber que el grupo de fabricantes de automóviles entre los top 10 hacen básicamente los mismos autos y camiones. Pero nadie está escuchando. Y esta vez la CEO de General Motors, Maria Barra le dijo claramente “no Sergio, gracias, pero no“.

Barra reconoció que Marchionne había contactado a GM, pero sostiene que General Motor no está interesado en ninguna vinculación con FCA. A lo Charly García, Barra le repitió “Say No More”.

Su búsqueda de inversores externos es sólo el último paso en la unidad de Marchionne para encontrar un socio para el fabricante de automóviles italo-americano que ha registrado $108 mil millones en ventas, en su año fiscal más reciente.

A Marchionne le preocupa que la FCA se ha recuperado de su rescate y la quiebra del 2009, y ahora se enfrenta a competidores con mejores finanzas que lo podrían llevar a otra futura quiebra.

Y según las noticias que han ido llegando, una estrategia similar de fusión de Marchionne podría ser empleada con al menos un fabricante de automóviles europeo (¿Peugeot-Citroen quizás?). Pero creo que no es una buena idea.

En realidad nunca han generado mucho entusiasmo las fusiones entre los fabricantes de automóviles de Detroit. GM, Ford y Chrysler han existido de forma independiente durante décadas.

Obviamente, no es que GM no ha tenido muchas, y digo muchas oportunidades para fusionarse con Chrysler en el pasado, ya que han tenido mas de 50 años para hablar. No olvidemos que Chrysler fue rescatada en 1980 antes de ser rescatado de nuevo, después de la crisis financiera.

Además, aunque GM pudiera estar interesado en un futuro negocio, solo lo haría para recoger la mejor marca de la FCA, Jeep, porque Chrysler y Dodge terminarán en una generación como Plymouth, Oldsmobile y Mercury, divisiones que no atraen a las nuevas generaciones.

Ni las entradas de los Fiat y los Alfa Romeo para conseguir nuevos jóvenes podrían alentar a GM a fusionarse. Los vehiculos italianos nunca han sido fiables para el mercado americano, y GM lo sabe.

Una fusión GM-FCA crearía una impía limpieza de marcas y culturas, y es probable que introduzca una lucha de poderes que no terminaría bien, ni nunca sería bien vista por los fuertes sindicatos de trabajadores automotrices.

GM, por su parte, está tratando de evitar la adición de cualquier nueva capacidad de la fábrica, y la adición de capacidad de Chrysler es ilógica, porque la calidad de los vehículos de GM es en promedio superior al de la FCA.

En este contexto, además de lo que podría pasar en la sala de juntas, es difícil ver por qué GM tendría alguna ganancia de unirse con FCA. Incluso conseguir Jeep es cuestionable, porque GM tiene sus propias pick ups y SUVs también.

Y a un carismático CEO como Sergio Marchionne (algo parecido a un Lee Iacocca), que todavía puede girar la llave en la ignición y poner el pie en el acelerador, no le gustaría tener a nadie por encima de él.

Marchionne ha estado en todo en los últimos tiempos. El año pasado, depuso a quien fue durante mucho tiempo el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, y se puso a cargo de la marca, y está esperando ofrecerla a través de una oferta pública inicial a finales de este año.

Se espera que el 2016 sea testigo del anuncio de que Ferrari está construyendo un SUV de lujo y del aumento gradual de la producción de 10,000 vehículos al año desde los actuales 7,000, algo que enardecerá a los amantes de la marca de Turín.

Chrysler fue dado por muerto después de la crisis financiera, pero el gobierno decidió dejarlo vivo y descargar todo el problema de Marchionne, para convencer a la administración de Obama de prestarle $6’000,000,000 para que el trato sucediera.

El problema ahora es que la industria está en auge y la presión está en Marchionne para reforzar los márgenes de la FCA, porque las ventas no se están convirtiendo en grandes beneficios.

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