Un documental pone al Ejército mexicano contra la pared

México –  No lo dice sólo una voz o alguna persona herida. Al contrario, “Mirar Morir”, el documental que busca exhibir al Ejército como una fuerza armada al servicio del poder y los grupos que éste protege (así sean del crimen organizado), compila decenas de voces que acorralan y confrontan a las Fuerzas Armadas sobre su participación en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en Iguala Guerrero.

“La tragedia de Iguala no empezó en la noche del 26 de septiembre del 2014”, precisa Témoris Grecko, periodista y productor del documental que se abre paso como una versión alterna a la oficial. “Un reino criminal fue establecido en la región en los últimos años sin que las autoridades estatales y federales lo impidieran”.

De ello dio cuenta Jorge Pita, uno de los activistas más consistentes en denunciar al Ejército desde que en 2010 cuando su hijo desapareció junto con otros cinco jóvenes en situaciones donde las cámaras de seguridad de las calles de Iguala involucraron a militares. “El ejército mexicano desapareció a esos muchachos”, detalla.

Después de la desaparición de los 43 estudiantes, la Procuraduría General de la República (PGR) no llamó a comparecer a ninguno de los elementos del batallón asentado en Iguala a pesar de que los soldados se encontraba a unos pasos de donde los normalistas fueron atacados por policías municipales del alcalde de Iguala, José Luis Abarca, al mando de los narcotraficantes Guerreros Unidos.

En diversas ocasiones, diversos funcionarios de gobierno, desde el ex procurador Jesús Murillo Karam hasta el presidente Enrique Peña Nieto declararon a la defensa de estos señalamientos. “La honorabilidad de nuestras fuerzas armadas está por encima de cualquier sospecha o duda”, dijo este último.

Desde el exterior, el analista del narcotráfico y consultor de la ONU, Edwardo Buscaglia, observó en Mirara Morir: el Ejército en la Noche de Iguala, dirigida por Coitza Grecko e impulsada por el colectivo Ojos de Perro, los daños que ha hecho desvincular a las Fuerzas Armadas de los hechos.

“Servir de guardia petrorial a una clase política corrupta y vinculada a grupos criminales fragmenta al Ejército y destruye la poca credibilidad que tiene”, señaló el analista del narcotráfico y consultor de la ONU Edwardo Buscaglia en Mirara Morir: el Ejército en la Noche de Iguala, dirigida por Coitza Grecko e impulsada por el colectivo Ojos de Perro.