Fue piscadora, ahora es doctora
Joven latina venció los obstáculos y ahora está en camino a convertirse en médico
Fue un momento emotivo, de gritos, aplausos y lágrimas de alegría en donde 150 estudiantes de medicina a punto de graduarse supieron del hospital en que pasarán los próximos cuatro años haciendo prácticas y aprendiendo a convertirse en los médicos del mañana.
Entre ellos estaba Luz Corona Gómez, de 30 años, una joven de origen humilde que venció muchos obstáculos para alcanzar sus sueños.
“Viniendo del Valle Central y estar aquí es una bendición. Es gracias a mis padres que hicieron tantos sacrificios y cruzaron la frontera sin papeles para que nosotros tuviéramos una vida mejor”, expresó la joven nacida en Selma, una comunidad cerca de Fresno, en el fértil Valle Central de California.
Dijo que decidió estudiar al darse cuenta del trato que recibían los trabajadores del campo.
“Yo cuando estaba chiquilla, unos cuantos veranos mi mamá nos llevó al ‘field’ (campo) a piscar uvas y ahí vi mucho sufrimiento, vi muchas injusticias y vi que había mucha gente luchando”, relató Corona. “En ese momento me dije a mí misma, ‘no importa lo que haga voy agarrar una educación”.
Con esa perseverancia llegó a la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), donde al principio se vio en problemas.
“A mí no me fue bien cuando primero entré a UCLA, me fue muy mal en mis clases, pero encontré muy buenas mentores”, contó.
Corona dice que fueron las injusticias que vio en los campos de cultivo lo que la impulsó a seguir adelante.
“Que una niña tenga que trabajar en el campo, que gente tenga que trabajar en un lugar donde no había baño, que no había sombra, que uno tenía que comer ahí en la tierra no es justicia”, dijo esta joven mujer hija de padres oriundos de Guanajuato, México, uno de los cuales, su padre Rafael Corona, ni siquiera pudo ir a la escuela en su país.
Emma Ledesma, consejera de Corona en UCLA, la describió como una “estudiante maravillosa” y “dedicada a trabajar con su comunidad”.
“Ella tiene el corazón más bello”, dijo, en referencia a la ayuda que Corona le dio a una compañera luego que la madre de ésta falleciera.
“El programa (al que fue seleccionada) tiene mucha suerte. Ella servirá a la comunidad por muchos años venideros”, dijo Ledesma. “Ella quiere trabajar con comunidades de bajos recursos, especialmente aquellas donde no hay doctores bilingües competentes”.
Lo que sigue para Corona son cuatro años de entrenamiento en el hospital Kaiser de Santa Clara antes de regresar a la comunidad donde creció.
“Ahí es donde voy a estar entrenando para ginecóloga por cuatro años y luego, en nombre de Dios, poder regresar a Fresno”, dijo.