¡Yolanda Montes ‘Tongolele’ pierde la memoria!
Un familiar cuenta que la veterana vedette sufre de demencia senil y se siente perseguida, hasta en su casa
Yolanda Montes, “Tongolele”, de 84 años de edad, se encuentra viviendo una de las peores etapas de su vida, pues sufre de demencia senil, enfermedad que en los últimos cuatro meses ha llevado a la pérdida de la memoria de la actriz.
“La señora, desde hace un par de años, comenzó a sufrir unos problemas de demencia senil, lo cual es normal cuando eres una mujer de una edad mayor, pero en estos últimos meses su enfermedad ha avanzado mucho. Este problema es degenerativo y conforme va pasando el tiempo se va alterando, te puedo decir que se le olvidan las cosas y desde hace dos años comenzó a tener un sentido de persecución que la altera y la gente que estamos a su lado nos comenzamos a dar cuenta de lo grave que poco a poco se volvía este problema en su vida”, reveló una familiar de la también bailarina.
La enfermedad empezó a manifestarse a finales de 2015. En ese tiempo, su comportamiento era cambiante y mostraba alteraciones en sus actitudes, pues poco a poco comenzó por mostrar un delirio de persecución, asegurando a sus familiares que era víctima de robo en su casa.
“Esta situación empeoró el año pasado, de hecho algunos medios publicaron que a la señora le había robado en su casa, cosa que nunca se pudo comprobar en la investigación que hicieron las autoridades. Un elemento de las autoridades nos pidió a la gente que estamos con ella, hacer una guardia en su casa, para cuidarla de la supuesta persona entraba a robar, fue ahí donde nos dimos cuenta que tenía un serio problema, porque estando nosotros a su lado, aseguraba que esa persona había entrado y que le había robado pelucas, películas e incluso un pollo rostizado que tenía en el refrigerador”, agregó.
Al ver los estragos de la enfermedad, los hijos de Tongolele decidieron procurarla más.
“Uno de sus hijos que vive en Puebla, siempre se la lleva de vacaciones a finales de diciembre y la trae de regreso a la Ciudad de México a principios de enero, pero este año no vino, debido a que sus hijos se dieron cuenta que este problema se agravó y ha perdido más rápido la memoria”, dijo.