Exprisionero de Guantánamo refugiado en Uruguay reaparece en Venezuela
Jihan Diyab se presentó en el consulado uruguayo en Caracas para solicitar ayuda para viajar a Turquía. Su desaparición había levantado preocupación internacional desde principios de junio
Caracas, en Venezuela, fue el lugar en donde reapareció el sirio Jihad Diyab, el exprisionero de Guantánamo refugiado en Uruguay, cuyo paradero se desconocía desde hace semanas.
Diyab, quien estuvo preso 12 años por el gobierno de EEUU por presuntos vínculos con el grupo extremistas al Qaeda, se presentó el martes en el consulado uruguayo en la capital de Venezuela para solicitar ayuda.
“El propósito fue manifestar su intención de trasladarse a Turquía o a un tercer país distinto a Uruguay a efectos de reunirse con su familia“, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay este miércoles.
“Expresó claramente que en ningún caso era de su interés retornar a Uruguay, pero requería la ayuda de nuestro país para su propósito”, agregó la cancillería en un comunicado.
Desde principios de junio, las autoridades de Uruguay perdieron la pista de Diyab.
Había sido visto por última vez en la ciudad uruguaya de Chuy, en la frontera con Brasil, donde existe una comunidad musulmana.
Refugiado
Desde finales de 2014 estaba en Uruguay bajo calidad de refugiado, al igual que otros cinco exprisioneros de Guantánamo que no tenían cargos pendientes.
Luego de su entrevista en el consulado de Uruguay en Caracas, Diyab se retiró el martes “por sus propios medios” y las autoridades venezolanas están al tanto de su presencia, según el gobierno uruguayo.
“No corresponde que la República Oriental del Uruguay solvente financieramente su traslado a la República, Turquía o cualquier otro país para reunirse con su familia”, señaló la cancillería uruguaya.
Diyab tiene la libertad de regresar a territorio uruguayo o mantenerse fuera de país, pues como refugiado cuenta con ese derecho. No tiene cargos que enfrentar en ningún país.
Su desaparición en junio levantó preocupaciones en EEUU., Brasil y el propio Uruguay por la vigilancia que debería darse a una persona que alguna vez fue sospechosa de tener vínculos con extremistas.
El embajador estadounidense Kelly Keiderling dijo que “podría ser, sí, teóricamente” una amenaza, aunque el sirio nunca fue acusado de ningún crimen.
La aerolínea Avianca había emitió una alerta que señalaba que Diyab podría estar utilizando un pasaporte falso tratando de entrar en Brasil.