COLUMNA COMBATE: Entre Chávez y Leo pasaron 30 años
Es increíble, pero se fueron tres décadas en las que no vimos pasar por Nueva York a ningún boxeador mexicano de categoría mundial
Este sábado pelea en Nueva York el campeón mundial de los pesos pluma Leo Santa Cruz que defiende su título mundial ante Carl Frampton en la pelea estelar de esta noche en el Barclays Center de Brooklyn.
Es increíble, pero se fueron tres décadas en las que no vimos pasar por Nueva York a ningún boxeador mexicano de categoría mundial. Treinta años. Se dice fácil.
Dominantes en el mercado desde siempre, a los mexicanos los tuvimos que ver por la Tele porque no venían a la Gran Manzana. Y hoy para contrastar datos tuvimos que mirar por el retrovisor de la historia hasta encontrar en 1986 al gran Julio César Chávez que peleó ante Refugio Rojas y Juan Laporte en el Madison Square Garden. Este fue el último combate de una estrella del gran boxeo azteca en Nueva York.
Asombroso que figuras como “Terrible” Morales, Marco Antonio Barrera y Juan Manuel Márquez nunca hayan peleado en el “Vaticano del Boxeo”.
Algunos argumentan que en esta época cuando el dinero grueso está en el PPV y ya no importa tanto donde sea la pelea.
Pero sí es importa. No es lo mismo pelear donde se hicieron grandes Ali y Tyson que en otro sitio sin cobertura de medios, por ejemplo.
No es lo mismo pelear en MGM o Mandalay Bay, que de una vez te asegura un golpe de taquilla que cubre un grueso de los costos, que en un pueblo ignoto con una economía precaria.
Por eso nos asombramos que hasta ahora no haya venido a pelear acá “Canelo” Álvarez con todo y lo cuidadoso que es GBP con su marca.
Todo esto para aplaudir la presencia de Leo “Terremoto” Santa Cruz quien llega a Nueva York como cabeza de cartelera en el mejor momento de su carrera.
Tres veces campeón mundial y con un gran futuro que le abre caminos para ganar títulos en dos o tres categorías más, Santa Cruz, rompe códigos y decide escribir la historia a su manera y desde el lugar que a el le da la santa gana.
Sí, pasaron treinta años para volver a ver a un gran campeón mexicano en Nueva York.
Luego la seguimos.