Políticos “desfalcan” a México pero invierten en EEUU

De nada han servido las pocas investigaciones que se han abierto contra ex gobernantes y líderes en México

El ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington.

El ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington. Crédito: Aurelia Ventura / La Opinión -

MÉXICO – No enfrentan investigación en México, ni en la Procuraduría General de la República (PGR) ni en sus respectivos estados, o las pocas abiertas quedan en el olvido mientras la inversión sigue intacta: con ganancias de manera particular para políticos mexicanos, para bien público de Estados Unidos y para desfalco de México.

El modus  operandi de la compra de bienes raíces por parte de políticos cuyo sueldo dista mucho del precio de las propiedades ha sido d0cumentada  por más de una década en diversos medios periodísticos de ambos lados de la frontera y pocas veces de manera oficial.

“Sólo se inicia una investigación cuando se busca una revancha política generalmente de un partido a otro”, advierte el analista Jorge Javier Romero, de la Universidad Autónoma Metropolitana. “Por lo general se encubren uno a otro”.

Desde 2005, el ex candidato presidencial Roberto Madrazo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aparece en esa lista, en la de los políticos señalados de corrupción que quitan el dinero aquí y se lo llevan allá.

De acuerdo con el periódico Miami Herald, Madrazo (también ex gobernador del Estado de México) adquirió diversas propiedades en Miami a través de una dudosa empresa creada en las Islas Vírgenes.

Diez años después, el próximo gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, golpeó a la opinión pública tras una publicación del New York Times sobre un departamento de lujo que habitó en el Time Warner Center propiedad de su padre, ex líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y también ex mandatario estatal.

A Murat padre se le exhibieron además otras propiedades, entre ellas, un departamento en un centro de ski de Utah y una casa de playa en Texas, y aunque no fue el primer acusado sí alertó al Departamento del Tesoro para modificar algunas leyes.

A partir del mes de septiembre próximo todas las empresas de bienes raíces de Nueva York y Miami deberán identificar a los verdaderos compradores detrás de las empresas.

“Queremos minimizar los riesgos de que las autoridades corruptas del extranjero o criminales trasnacionales usen bienes raíces de lujo para invertir millones en dinero sucio”, detalló en un comunicado de prensa emitido en marzo.

Esta resolución aún deja afuera a California y Texas, dos paraísos de la inversión de mexicanos de alto nivel  donde invirtió Elba Esther Gordillo, ex dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, presa por desvío de recursos del magisterio por alrededor de 200 millones de dólares.

Gordillo tenía como uno de sus centros de operaciones a una residencia en California que compró a nombre de su madre por valor de  1.7 millones de dólares.

La Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR) afirma que es en Texas donde los mexicanos pudientes hacen el mayor número de inversiones: alrededor del 70%.

En el alto nivel se han encontrado empresarios y políticos como Emilio Azcárraga y gobernadores de Nuevo León y Tamaulipas como Tomás Yarrington, acusado de lavado de dinero.

Los mexicanos, según NAR, ocupan el cuarto lugar como inversionistas sólo detrás de China, Canadá e India, y en ellos tienen la mira con modelo de negocio que acompaña la compra, asesoría legal y fiscal y búsqueda de alquiler “que garantiza plusvalía”.

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