San Lorenzo cambia su estatuto: por qué en diciembre votará hasta el Papa Francisco
El club habilitará mesas para las elecciones en diferentes puntos del país, e incluso pretenden disponer de una en Roma; el "no" a las sociedades anónimas
Por estos días, la imagen del Papa Francisco eligiendo presidente de San Lorenzo a través de un voto electrónico no resulta sencilla de imaginar. Pero, ¿realmente es algo que podría darse? El camino lleva hacia el sí. Esta semana, a través de una reforma al Estatuto Social del club, el Ciclón deslizó que una de las ideas es federalizar el voto e inclusive ir un poco más lejos y llegar a Roma, bien pegado al Vaticano y a Francisco. Por eso, ya no suena tan descabellado que el sábado 17 de diciembre de 2016 el flamante socio 88.235 pueda emitir su voto en Roma.
“Estamos analizando contar con una urna en el exterior y de esta forma facilitarles la posibilidad de voto a los socios que están fuera de la Argentina. Roma, donde vive Francisco, podría ser la primera opción”, contó el presidente Matías Lammens.
La idea de San Lorenzo se enlaza con el objetivo principal: hacer foco no sólo en el perímetro de la ciudad de Buenos Aires. El Ciclón será el primer club de Argentina que tendrá urnas en el interior. Hasta hoy, en cada elección los socios debían viajar a Capital Federal si querían votar. Ahora, se les acercará las urnas. El plan es federalizar el acto eleccionario, que haya una sede de votación en las capitales de las provincias, o al menos una en cada región del país. “Queremos sanar una vieja injusticia que se produce con los socios que viven en el interior, quienes en estos cuatro años nos han respaldado fuertemente: se sumaron cerca de 15 mil nuevos socios del interior durante nuestra gestión”, resaltó Lammens.
“Ellos también tienen sus derechos. Tenemos que tener en claro que son los que menos utilizan las instalaciones e incluso los que menos concurren al estadio. En la Copa Argentina y en nuestros partidos de la Liga Nacional de Básquet es cuando más cerca nos tienen. Votar es un incentivo importante para que se sientan dueños del destino del club”, agregó a LA NACION el vicepresidente segundo Roberto Álvarez. Desde 2012 a la actualidad, San Lorenzo pasó de tener 23.000 socios a los 70.000 de hoy, un aumento significativo. “En este crecimiento de la masa societaria las peñas del interior tuvieron mucho que ver, incluso las del exterior. Y aspiramos con llegar a los 80.000 en un futuro no muy lejano”, detalló Álvarez.
El “no” a las sociedades anónimas
En la misma asamblea, San Lorenzo introdujo otras modificaciones relevantes. Una de ellas llega por intermedio del voto electrónico, que convierte al sufragio más seguro y auditable. Se vota en la máquina, se imprime y va directo a la urna. Esto será a partir de las elecciones de diciembre. Además, dentro de cuatro años, en la siguiente, los socios van a poder votar desde los 16 años. También se estipuló que a partir de 2019 los mandatos serán de cuatro años (ahora son de tres) y se incrementará el número de asambleístas de 60 a 90. Esto último tiene que ver con el incremento de la masa societaria. Siempre latente, el viejo sueño de volver al barrio siempre permanece presente. “Tendremos una modificación en las categorias de socios, con la inclusión del Socio Refundador, esencial para la vuelta a Boedo”, añadió Javier Guastalegname, presidente de la asamblea.
Los cambios no quedan ahí. Ahora, en Boedo, los dirigentes deberán responder con su patrimonio ante una mala gestión y en caso de que se hayan producido pérdidas económicas importantes. A diferencia de Boca, no hace falta tener ningún patrimonio mínimo para ser dirigente.
En las última semanas, el tema volvió a resurgir. Y en un contexto en el que se está discutiendo la posibilidad de que las Sociedades Anónimas ingresen al fútbol argentino, con su nuevo estatuto San Lorenzo dejó en claro su enérgico rechazo. “El hecho de que la postura contraria quede asentada marca que, para nosotros, el tema es una cuestión de Estado. Más allá del presidente que esté a cargo, el club siempre va a estar en manos de los socios. Creemos que los clubes pueden cumplir con su rol social sin ser deficitarios. Se puede administrar de manera eficaz y superavitaria. San Lorenzo es un ejemplo y no es el único. Eso no quita que los clubes puedan o deban profesionalizar sus áreas, sus gerencias, buscando que la institución funcione de la mejor manera”, remarcó Lammens.