Cubs: ‘El Rally’ que es símbolo de la victoria
Tras deshacerse de los Gigantes en una serie memorable, los Cubs parecen destinados más que nunca a terminar con 108 años de sequía
¿Cómo se puede caminar hacia la gloria y dejar atrás un pasado lleno de maldiciones deportivas y dolor?
Una manera contundente es ir a vencer y destronar al equipo que ha estado en la cima; derribar a la dinastía, noquear al campeón y robarle su aura para empezar a hacerlo de uno mismo.
Eso es lo que los Cubs de Chicago, el equipo que no gana una Serie Mundial desde hace 108 años y que no juega una desde 1945, hizo en días pasados.
Los Cubs eliminaron en una trepidante serie divisional a los Gigantes de San Francisco. Los de la Bahía no eran los campeones, pero ha sido el club más ganador de los últimos años en las Grandes Ligas, con campeonatos de la Serie Mundial en 2010, 2012 y 2014. Y por la manera en que la serie contra Chicago se estaba perfilando, San Francisco empezaba a hacer más y más ruido con su #BeliEVEN, por aquello de “creer” en los años pares.
Luego de triunfos de los Cachorros en los primeros dos partidos en Wrigley Field (1-0 y 5-2), los Gigantes le conectaron al cerrador cubano Aroldis Chapman en la octava entrada del juego 3, una batalla clásica que se definió en el inning 13 con victoria de 6-5 para San Francisco.
Esa derrota insospechada luego de que Jake Arrieta le había pegado temprano un jonrón de tres carreras nada menos que al invencible Madison Bumgarner, realmente se convirtió en una prueba de entereza para los jóvenes Cachorros, sobre todo cuando en el juego 4 fueron dejados en dos hits durante ocho innings por el abridor Matt Moore.
Los Gigantes ganaban 5-2 y estaban a tres outs de enviar la serie de regreso al Wrigley. Los aficionados al béisbol entienden lo que un escenario como ese tiene detrás. La motivación se dispara para unos, la confianza disminuye para otros, y los fantasmas de otros tiempos y otras generaciones empiezan a revolotear, sobre todo en un equipo como los Cachorros.
Pero no con estos Cubs. Ellos no son los mismos de otras épocas.
38 lanzamientos a la euforia
En peligro de tener que jugársela a un solo partido contra un Johnny Cueto que ya les había dado de comer con la mano en el inicio de la serie hasta el jonrón de Javier Báez que ganó esa primera batalla, los Cachorros no se dejaron caer el martes pasado a pesar de la desventaja de 5-2 en San Francisco. Construyeron un rally que sacude al béisbol, uno que podría ser recordado por otros 108 años en Chicago si el desenlace dentro de un par de semanas es el más feliz.
Kris Bryant abrió el noveno inning con sencillo contra Derek Law. Anthony Rizzo trabajó una base por bolas frente a Javier López y Ben Zobrist pegó doblete productor contra Sergio Romo para acercar a su equipo 5-3.
“Tuvimos algunos partidos que se sintieron como este durante la temporada, pero cuando lo haces en la postemporada, te da otro nivel de confianza al final de los juegos”, dijo el valioso Zobrist. “Una vez que ellos llegaron a base (Bryant y Rizzo), es como si sintieras que algo bueno iba a suceder”.
El manager de los Gigantes, Bruce Bochy, tenía un plan para su maltratado bullpen, el mismo que lideró las Grandes Ligas con 30 oportunidades de salvamentos arruinadas. Bochy iba a traer a un relevista por cada bateador si era necesario, así que tras el doble de Zobrist sacó a Romo, su mejor hombre, y trajo a Will Smith, pero el emergente Willson Contreras lo saludó con sencillo de dos carreras para empatar el juego.
Luego Jason Heyward entregó a Contreras en un intento de avanzarlo con sacrificio, llegando a segunda en un mal tiro del infielder Brandon Crawford. Bochy trajo a su quinto pitcher del inning, Hunter Strickland, y el boricua Javier Báez, el hombre de la noche, la nueva bujía, le bateó el sencillo al central que impulsó a Heyward con la carrera del triunfo.
Fueron siete bateadores de Chicago, cinco pitchers de San Francisco, 38 lanzamientos, cuatro hits, cuatro carreras y dos ciudades enteras que pasaron del ferviente entusiasmo a la agonía (San Francisco) y del nerviosismo a la euforia (Chicago).
La identidad
El relampagueante rally de la voltereta, capitalizado cuando Chapman ponchó a sus tres enemigos para borrar el recuerdo de una noche antes y salvar el triunfo de 6-5, hizo que la fiesta en Chicago –una más en este mágico 2016– diera inicio.
“Lo hicimos contra un equipo que no había perdido un juego de eliminación en un buen rato”, comentó el piloto Joe Maddon, en referencia a la racha de nueve triunfos de los Gigantes en partidos de vencer o morir, una cosa increíble y la razón directa de sus tres títulos de la Gran Carpa en los pasados seis octubres.
“Todo lo que importa es que seguimos avanzando y estableciendo esta identidad como un equipo que juega bien en la postemporada”, agregó.
Chicago está de fiesta. Los amados Cubs están otra vez en la antesala de la Serie Mundial, donde hace un año fueron barridos por los Mets de Nueva York en cuatro partidos.
Pero el equipo que ganó 103 juegos en la campaña, que se fortaleció con más talento, que maduró, que se divirtió en sus pijamas y que ahora demuestra que puede ganarle a aquellos que han sido monarcas, incluso con reacciones trepidantes y volteretas improbables, ha dado otro paso, tal vez el más difícil.
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El calendario
Serie de Campeonato de la Liga Nacional
(Todos los juegos por FOX, FS1)
Juego 1 Sábado 15 Dodgers/Nacionales en Chicago
Juego 2 Domingo 16 Dodgers/Nacionales en Chicago
Juego 3 Martes 18 Chicago en Dodgers/Nacionales
Juego 4 Miércoles 19 Chicago en Dodgers/Nacionales
Juego 5* Jueves 20 Chicago en Dodgers/Nacionales
Juego 6* Sábado 22 Dodgers/Nacionales en Chicago
Juego 7* Domingo 23 Dodgers/Nacionales en Chicago
*Si es necesario
Al cierre de edición aún no se definía el rival de los Cubs entre Dodgers y Nacionales