Las tormentas invernales ayudan a reabastecer los lagos y el banco de nieve de Sierra Nevada

El mal tiempo ha provocado inundaciones y deslizamientos de tierra, pero está haciendo mella en la sequía sobre todo en el norte del estado

Riadas, deslaves e incluso un pequeño tornado se suceden al norte de California como consecuencia de las tormentas.

Riadas, deslaves e incluso un pequeño tornado se suceden al norte de California como consecuencia de las tormentas. Crédito: Corby Waste via Twitter

Las tormentas de invierno que llevan días sucediéndose por toda California como consecuencia de un fenómeno meteorológico llamado “río atmósferico” se han cebado sobre todo en el norte del estado, donde se han registrado fuertes nevadas e inundaciones.

El martes la parte norte de California continuó registrando por cuarto día fuertes lluvias y nieve en las zonas más altas, motivando el cierre de carreteras, varios rescates de emergencia y llamadas de evacuación para miles de personas.

La acumulación de agua por las precipitaciones ha llevado a niveles peligrosos al río Russian, que ha alcanzado valores de inundación cerca de Guerneville. Unas 3,000 personas que viven cerca de su cauce en el condado de Sonoma han recibido orden de evacuar ante el riesgo de que se desborde.

El parque de Yosemite ha sido reabierto al público, después de que el lunes se cerrara por temor a inundaciones provocadas por la crecida del río Merced, que finalmente no ha alcanzado los niveles que se temían.

En Sacramento, donde se han registrado 5 pulgadas de lluvia entre el sábado y el martes (el mayor total en la ciudad a lo largo de cuatro días desde 1999), el temor a las crecidas llevó a las autoridades a abrir por primera vez en más de una década los diques del río. Esto ha provocado la inundación de los campos en lo que se conoce como aliviadero de Yolo, descargando parte del caudal para reducir riesgos.

En las montañas, la tormenta ha dejado abundante nieve y condiciones peligrosas para manejar. La autopista interestatal 80 entre Nevada y California permanece cortada debido a condiciones de ventisca y de cero visibilidad cerca del lago Tahoe. El mal tiempo y el cierre de carreteras obligaron a las estaciones de esquí de la zona a cerrar sus puertas el martes.

En el resort Alpine Meadows se produjo además una avalancha controlada que buscaba reducir la presión en una ladera, pero resultó más rápida y violenta de lo anticipado y dañó cinco casas en South Lake Tahoe, aunque no se reportó ningún herido.

Se espera que los fuertes vientos y las nevadas continúen en Sierra Nevada a lo largo del miércoles, y en las zonas más elevadas se pronostican cinco pies adicionales de nieve hasta el jueves. El National Weather Service ha emitido un aviso por ventisca en el área que permanece efectivo hoy, y alerta de una nueva tormenta de invierno que llegará el jueves.

También se ha reportado un pequeño tornado que tocó tierra cerca de Sacramento la tarde del martes. Recorrió unas 3/8 partes de milla antes de desaparecer, arrancando ramas y tejas, pero sin dejar heridos. El meteorólogo del National Weather Service David Rowe indicó que el vórtice tenía unas 100 yardas de diámetro.

En el sur de California se espera que el mal tiempo continúe hasta el jueves, provocando la acumulación de 3/4 de pulgada de lluvia que se suman a las 7.21 pulgadas que Los Ángeles ha registrado desde el 1 de octubre, el 146% de la media durante los últimos 30 años en el mismo período.

Un alivio para la sequía

A pesar de los daños que están causando, las tormentas están jugando un papel muy importante a la hora de ir poco a poco reduciendo las condiciones de sequía que California sufre desde hace años, sobre todo en el norte del estado.

Se calcula que unos 350,000 millones de galones de agua han alimentado a lo largo de estos días los mayores reservorios hídricos, aumentando sus niveles hasta límites que no se registraban desde hace años.  En algunos de ellos, como el lago Folsom, incluso se tuvo que descargar parte del agua debido al riesgo de desbordamiento.

El vital banco de nieve de Sierra Nevada también está saliendo bien parado de las tormentas invernales, registrando niveles un 135% superiores a la media previa al inicio de la sequía. El lunes se encontraba a un 70% de su media histórica, y a un 126% de la media para esta época del año.

De hecho, desde el 1 de octubre, los principales reservorios de agua del norte de California han registrado más precipitaciones en este período que desde 1922. Varios distritos hídricos, además, están aprovechando las inundaciones de los campos consecuencia de las lluvias y los desbordamientos de los ríos para reponer los acuíferos subterráneos.

Aunque los meteorólogos avisan de que todavía falta mucho para que podamos dar la sequía por terminada, sobre todo en el sur del estado, la zona norte de California se ha asegurado estos días reservas suficientes de agua como para abastecerse por completo durante varios años.

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