Dos acusados se declaran no culpables de un triple homicidio en Fullerton
El incidente ocurrió en septiembre de 2015 y todos los implicados tienen relación con la comunidad "furry"
Dos hombres acusados de asesinar a tres personas en un domicilio de Fullerton se han declarado no culpables este viernes.
Frank Felix, de 25 años y residente de Sun Valley, y Joshua Acosta de 21 años y vecino de Ft.Irwin son los presuntos autores de un triple homicidio que tuvo lugar el 24 de septiembre del año pasado.
Fueron arrestados el 25 y acusados el 27 de ese mismo mes, y hoy se han presenciado ante la Corte Superior del Condado de Orange. Deberán volver al juzgado para una audiencia previa al juicio el próximo 24 de marzo.
Las víctimas del crimen fueron Christopher Yost, de 34 años, su mujer Jennifer Yost, de 39, y su amigo en común Arthur Boucher, de 28 años. Los tres fueron hallados sin vida en el hogar de los Yost en Fullerton, después de que la hijita de solo seis años de la pareja avisara a la policía para contar que sus padres estaban muertos.
Presuntamente, Félix y Acosta entraron a la casa a primera hora de la mañana y Acosta disparó fatalmente a las tres víctimas.
El caso llamó la atención también por la corta desaparición de una de las tres hijas de los Yost, la adolescente de 17 años Katlynn Goodwill Yost. Cuando la policía llegó a la residencia de la familia el día de los hechos encontraron a dos de las niñas de la pareja: la pequeña de seis años que alertó a las autoridades, y otra menor de 9 años. Pero no hallaron a la hija mayor, Katlynn, por lo que dieron la orden de búsqueda.
El día siguiente, la policía encontró y arrestó a los dos sospechosos, que según se reportó estaban acompañados de una menor de 17 años que también fue detenida en un primer momento en conexión con los asesinatos pero que no ha afrontado cargos.
Ese mismo día se anunció que se había encontrado a Katlynn sana y salva, y aunque no se ha confirmado que se trate de ella cabe sospechar que es la misma joven que fue descubierta con los presuntos homicidas.
Acosta y Félix conocían a la familia, aunque las autoridades no han revelado el posible motivo del crimen. Al parecer, ambos sospechosos y Jennifer Yost pertenecían a la comunidad “furry” del sur de California, una subcultura basada en el interés por los animales con características antropomórficas.
Los miembros son conocidos como “furries” (“peludos”), y se reúnen en convenciones, crean y comparten obras de ficción o artísticas que representan a estos animales con características humanas (hablan, caminan erguidos o visten ropas) y desarrollan una “fursona” o álter ego animal con el que se identifican en el contexto de la comunidad.