Turista narra en Facebook “pesadilla” que Migración le hizo pasar en su viaje a Hawaii

Y todo comenzó por unas palabras que escribió en su diario... y pasó su cumpleaños encerrada

Molly Hill, una australiana de 26 años, estaba tan decidida a tener unas largas vacaciones con su amante estadounidense en Hawaii.

Aunque la joven tenía su boleto de regreso, el problema es que la joven, quien tenía una visa de estancia en territorio estadounidense por 88 días, había renunciado a su trabajo y había escrito en su diario había escrito cosas como “último día de trabajo” y otras expresiones que hacían creer que no tenía pensado volver.

Ella afirma que los funcionarios sospechaban de ella desde el momento en que ella llegó a Honolulu, debido a su novio estadounidense, y rápidamente la llevaron a la sala de interrogatorio.

La historia completa fue narrada por ella en su cuenta de Facebook.

“Realmente no quería escribir esto en Facebook, pero es para ahorrarme repetirlo, es probablemente más fácil responder cómo mi sueño de Hawaii se convirtió en una pesadilla. Me fui a Honolulu el lunes, y esperaba pasar a través de aduanas sin demasiada molestia, porque iba con una visa de turista para 88 días (el máximo es 90) con mi boleto de vuelta pagado”, cuenta.

Agregó que la llevaron a la sala de interrogatorios, donde estuvo más de seis horas, cuando supieron que tenía un novio estadounidense.

Ellos estaban convencidos de que quería inmigrar ilegalmente porque mi diario tenía notas como ‘bebidas que van y vienen’ y ‘último día en el trabajo’, cosas que escribí porque estaba decidida a estar fuera por 3 meses”.

El personal de Migración del dijo que no había vuelos esa noche para volver a Australia, así que la trasladaron a otro espacio, donde dormiría sin poder comunicarse.

Unas horas más tarde, yo y una mujer japonesa fuimos esposadas ​​y transportadas al centro de detención, que era una prisión federal. Fui inspeccionada, me hicieron desnudarme delante de un oficial y demostrar que no había nada en mi cabello o boca, y le pedí que me pusiera en cuclillas y tosiera lo cual era absolutamente mortificante. Luego me dieron un uniforme de prisión (a la naranja es el nuevo negro, pero en verde) y para añadir a la agresión, el oficial me dio un sujetador de tamaño S y tamaño L todo lo demás LOL…”, indicó.

Narró que el proceso de revisión les llevó más de dos horas, para pasar por todo tipo de escáneres, enumerar sus tatuajes y responder por qué se loshabía hecho.

Al día siguiente que la detuvieron era su cumpleaños: “Me despertó una linterna y un oficial que gritó ‘¡Hill!, sales libre hoy’, así que me uní a la línea de comida, pero cortésmente decliné lo avena. Algunas de las chicas me gritaron: ‘¡Feliz Cumpleaños!’ cuando me fui”.

Cuenta que fue escoltada al aeropuerto, desde donde finalmente se le permitió llamar a su casa y pagar 620 dólares del vuelo a Sydney.

“Estos pocos días han sido surrealistas… Ahora estoy esperando en un vuelo a casa y estoy tan agotada que creo que voy a dormir por una semana y decidir qué haré. Si alguien sabe de un buen abogado de inmigración por favor avísenme“, escribió la joven.

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