Editorial: Aún existe “Obamacare”
El mayor problema de "Obamacare" son los esfuerzos por destruirla
El fracaso en el Senado para eliminar y reemplazar la Ley de Acceso a la Atención Médica (ACA) significa que la medida aprobada durante el gobierno del expresidente Obama sigue vigente. Guste o no, es la legislación que debe ser respetada e implementada el día de hoy.
Sin embargo esto no ocurre así. La administración Trump está haciendo todo lo posible por socavar irresponsablemente la ley, aunque deje sin seguro médico a millones de personas.
Numerosas organizaciones latinas están reportando que a diferencia de años anteriores, el Departamento de Salud y Servicios Humanos no está dando el respaldo federal para la preparación del período de enrolamiento para el plan de salud. Ya no hay materiales en español ni reuniones con representantes federales para diseñar una estrategia y un mensaje que llegue a la comunidad hispana.
Este es un problema para los latinos y para la supervivencia del Obamacare.
Los latinos están entre los más beneficiados por el programa que permite una cobertura médica al alcance del bolsillo. Al mismo tiempo, por ser una comunidad con un promedio de edad joven, es necesario que se registre la mayor cantidad posible de gente sana para que mantener el equilibrio con la cantidad de enfermos que hace posible el funcionamiento de la industria del seguro.
Esta situación es irónica porque el principal argumento contra el ACA es la inestabilidad del sistema, que causa un desequilibrio en el mercado del seguro médico. Eso hace que las aseguradoras se vayan de los mercados estatales causando un aumento en las primas.
El ACA necesita reajustes, pero el problema con las aseguradoras está causado por la incertidumbre generada por la administración Trump.
El gobierno federal tomó medidas perjudiciales, como la implementación parcial de ley, ha impuesto exigencias nuevas y amenazado con eliminar subsidios, además de la falta de publicidad y esfuerzos para promover el ACA.
A todo se le debe sumar la negativa de la Casa Blanca al nuevo enfoque en el Senado para estabilizar el mercado del seguro para poder continuar con la cobertura médica.
El presidente Donald Trump continúa con las estrategias fallidas de eliminar el ACA, que causa inestabilidad, en vez de respaldar las acciones de legisladores Republicanos y Demócratas para evitar el colapso de los mercados. La diferencia es que los primeros quieren una medida por un año, mientras piden algo más largo.
Esta colaboración tiene que ser el comienzo de una labor bipartidista para solidificar y ampliar la cobertura de salud a todos los estadounidenses. Las propuestas para reemplazar el ACA han sido terribles por su impacto potencial y su impopularidad.
Es hora que la administración Trump ayude a cumplir la ley para el beneficio de todos los estadounidenses. El mayor problema del ACA son los esfuerzos para destruirla.