Un siglo después, revelan los secretos de momia en Chicago
La niña de 5 años murió hace 1,900 años
Científicos de un laboratorio líder en Estados Unidos están utilizando una forma de rayos X de última generación para escanear una momia egipcia que nunca se ha desenvuelto desde su excavación hace un siglo.
Es la primera vez que los haces intensos de rayos X generados en sincrotrones de altas energías se utilizan en una momia con el objetivo de obtener un detallado análisis tridimensional del cuerpo y los objetos escondidos bajo el vendaje de lino.
Se trata también de una momia inusual, no sólo porque el cuerpo se ha preservado, sino porque lleva un retrato de la niña que murió.
Se cree que la momia, que pertenece a la colección de la Universidad de Northwestern en la ciudad de Chicago, en el noreste de Estados Unidos, es de una niña de 5 años que murió hace 1,900 años.
Es una de aproximadamente 100 que existen en ese estilo, momificada con la técnica egipcia y con una pintura romana mostrando la cara de la pequeña en vida.
La tecnología que se utilizará espera revelar la mayor cantidad posible de detalles sin manipular los vendajes que la cubren.
“Es conmovedor darse cuenta de lo joven que era la niña. Estaba bien de salud y no hay ningún indicio de que murió como consecuencia de una contusión”, explica Marc Walton, profesor de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Northwestern.
Cree que lo más probable es que haya muerto de malaria o de sarampión.
Inusual
La momia fue desenterrada en 1911 por el arqueólogo inglés William Flinders Petrie, en Hawara, Egipto (una importante zona arqueológica localizada a unos 100 km al suroeste de Cairo) y trasladada a Chicago poco después.
Desde entonces ha estado expuesta tal cual y como llegó de Egipto y, a diferencia de otras, nunca se le quitó el vendaje.
Este año, por primera vez, los investigadores comenzaron a analizar lo que hay dentro y la semana pasada la trasladaron a un centro de investigación de punta que la Universidad de Chicago maneja a nombre del Departamento de Energía de EEUU.
El tipo de radiografía que se utiliza emplea intensos rayos de luz que permiten definir las estructuras que se encuentran bajo la superficie y estudiarlas a un nivel nanotecnológico, en donde la escala se calcula en billonésimos por metro.
Los científicos quieren examinar los huesos, los dientes y un objeto que se encuentra dentro del cráneo, que se presume se introdujo después de que el cerebro fue extraído durante el proceso de momificación.
Huesos antiguos
Walton piensa que puede ser resina que quedó tras el embalsamiento y que se asentó en la parte posterior del cráneo.
Al parecer, también hay una suerte de cableado alrededor de la cabeza y los pies.
Los especialistas esperan entender más acerca del posicionamiento del cuerpo y la momificación.
El profesor cree, sin embargo, que se trata de sujetadores metálicos modernos que quizás se insertaron durante la excavación de 1911.
“Desde el punto de vista médico me interesa la calidad de los huesos, ¿ha cambiado con el paso del tiempo?”, se pregunta Stuart Stock, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Northwestern.
Y añade: “Esa información nos permitiría crear una base de datos comparativa de los huesos modernos y los antiguos”.
El paso del tiempo
Stock explica que sabiendo qué tipo de materiales están presentes, se puede determinar cuál era el proceso de preparación de la momia y los pasos que se siguieron posteriormente para estabilizar la momia.
Además quieren saber más acerca de la niña.
Taco Terpstra, profesor de historia de la Universidad de Northwestern, comenta que alrededor de la mitad de los niños en aquella época no vivían más allá de los 10 años.
Walton indica que el retrato de la niña y la forma en la que fue enterrada sugieren que era parte de una élite en la comunidad.
Y ahora, la momia con la cara solemne de una niña que fue parte de una civilización ancestral, está siendo investigada con tecnología moderna.