Trump pide $18,000 millones para muro y más vigilancia fronteriza a cambio de DACA
WASHINGTON— La Administración Trump solicitó este viernes formalmente al Congreso unos $18,000 millones para construir su prometido muro, en una propuesta calificada como un “despilfarro” por los demócratas y activistas, y que desde ya complica aún más las delicadas negociaciones sobre el futuro de los “Dreamers”.
Desde que asumió el poder, hace casi un año, el presidente Donald Trump ha insistido en la construcción del muro y más agentes en la frontera y al interior de EEUU, y la novedad del documento que la Casa Blanca envió hoy a los principales líderes del Senado es la exigencia de más fondos para el muro a cambio de resolver el limbo de “DACA”.
El documento fue enviado mientras líderes demócratas y republicanos buscan a puerta cerrada una solución para los “Dreamers”, en el marco de intensas negociaciones presupuestarias.
Trump se reunió este jueves con líderes republicanos del Senado para discutir sus exigencias migratorias, y el próximo martes lo hará con líderes de ambos partidos del Congreso.
La detallada propuesta está pensada para reforzar la vigilancia en la frontera sur en un plazo de diez años mediante una combinación de barreras, tecnología, personal y demás infraestructura, en el marco de la promesa electoral de Trump de frenar el ingreso de “hombres malos” (“bad hombres”) por la frontera.
El documento desglosa cerca de $18,000 millones para la construcción y reemplazo de barreras a lo largo de un tramo de más de 700 millas en la frontera del suroeste que, sumadas a las ya construidas, totalizarían poco más de 1,354 millas. Trump también quiere $15,000 millones para la contratación de más agentes de Inmigración.
Sólo que en el Congreso no hay apetito para aprobar semejante cantidad de dinero -cada partido tiene sus razones-, y la Administración no ha vuelto a repetir en público su exigencia de que México pague por el muro.
Más condiciones de la Casa Blanca
En una carta que acompaña la propuesta, Benjamin Cassidy, subsecretario de asuntos legislativos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), dijo a los senadores que el documento fue elaborado en base a consultas interagenciales y refleja las prioridades de Trump para recuperar el “control operacional” de la frontera, y disuadir la inmigración ilegal.
Cassidy repitió la exigencia de Trump de también eliminar la “lotería de visas” y la “inmigración en cadena” –las visas de reunificación familiar, en pie desde 1965-, por considerar que son componentes críticos para la seguridad pública y nacional, y la prosperidad económica del país.
Según Cassidy, es urgente que el Congreso elimine los “peligros resquicios” del sistema migratorio que, a su juicio, alientan la inmigración ilegal y que la gente indebidamente permanezca en EEUU con visas vencidas.
Estas prioridades “tienen que ser parte de cualquier legislación que aborde el estatus de los beneficiarios” de DACA porque, sin esas reformas, “la inmigración ilegal y la inmigración en cadena, que de forma severa e injusta perjudican a los trabajadores y contribuyentes estadounidenses, continuarán sin fin”, argumentó.
Rechazo de demócratas y activistas
De entrada, la propuesta de la Casa Blanca se topó con el rechazo generalizado de los líderes demócratas y de una vasta coalición de activistas del movimiento pro-inmigrante, que a su vez exigen la aprobación de un “Dream Act” bipartidista, sin ataduras, y que facilite la legalización de los “Dreamers”.
El senador demócrata por Illinois y co-autor del “Dream Act”, Dick Durbin, señaló que con esta nueva exigencia de más fondos para el muro, Trump quizá quiere provocar un cierre del gobierno el próximo 19 de enero, porque la bancada demócrata sólo estudiará medidas de seguridad fronteriza “razonables” como parte de las negociaciones en curso.
Durbin repitió la queja de que Trump creó la crisis actual de los “Dreamers” al iniciar el desmantelamiento del programa de “acción diferida” (DACA) de 2012 en septiembre pasado, y ahora condicionar cualquier solución al muro fronterizo.
“Es indignante que la Casa Blanca mine meses de esfuerzos bipartidistas al intentar nuevamente imponer toda su lista de medidas anti-inmigrantes de línea dura –más otros $18,000 millones en fondos para el muro- a costas de estos jóvenes”, subrayó Durbin.
En la actualidad, más de 14,500 “Dreamers” han perdido su protección bajo DACA, y e próximo 5 de marzo –plazo que dio Trump para una solución legislativa permanente- mil jóvenes perderán a diario su permiso, según Durbin.
Por su parte, el presidente de la bancada demócrata en la Cámara de Representantes, Joe Crowley, dijo que esta propuesta solo refleja que a Trump “no le interesa” la seguridad de los estadounidenses ni la reforma del fallido sistema migratorio sino insistir en un muro “ilógico e innecesario para aplacar a los voces anti-inmigrantes en su partido”.
“El gastar $18,000 millones para un inútil muro fronterizo no sirve ni de arranque para los demócratas en la Cámara Baja”, dijo Crowley, al insistir en que la propuesta de Trump es una “obsesión impráctica”.
Las prioridades de los demócratas en las negociaciones presupuestarias, en cambio, incluyen los fondos para evitar el cierre del gobierno, la expansión del “Programa de Seguro de Salud para Niños” (CHIP), la protección de los “Dreamers” y de los jubilados, y la creación de empleos para la clase media, precisó.
Astrid Dominguez, directora del Centro Regional para Derechos de la Frontera, de la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU), dijo que Trump está proponiendo un plan de militarización de la frontera que no responde a las necesidades de la comunidad fronteriza, incluyendo el frenar los abusos y exigir la rendición de cuentas de la Patrulla Fronteriza.
Para Domínguez, no tiene sentido pedir más dinero para más agentes fronterizos cuando, según la propia Administración, se han reducido drásticamente los cruces ilegales, además de que tendría poco o ningún impacto en la seguridad en la zona.
“Nuestras comunidades afrontan verdaderos retos de salud, pobreza, educación, y ayuda para desastres naturales”, dijo Domínguez, quien instó a los legisladores a que rechacen el despilfarro de fondos públicos.
Congress must pass the Dream Act and denounce as a non-starter squandering $33 billion on measures that would further oppress border communities. https://t.co/0Kru3r48gb
— ACLU (@ACLU) January 5, 2018
Otros grupos de la vasta coalición pro-inmigrante, incluyendo “United We Dream”, “America´s Voice”, “EarthJustice” y “Sierra Club”, también ridiculizaron la propuesta como un “despilfarro”, y urgieron al Congreso a que la rechace y negocie con seriedad una solución para los “Dreamers”.