Rescatan a 10 niños que eran sometidos a abusos y torturas en California
Además de vivir en condiciones insalubres, los menores sufrieron golpes, perforaciones y quemaduras
Las autoridades arrestaron a los padres de 10 niños que vivían en condiciones escuálidas en Fairfield, ciudad ubicada en el norte de California.
De acuerdo con la policía, los menores, de cuatro meses a 12 años de edad, vivían entre excremento y basura, además de ser víctimas de abuso físico y emocional por parte de sus padres, Ina Rogers (30) y Jonathan Allen (29).
Las autoridades se percataron de las condiciones en las que vivían los menores después de que uno de ellos, de 12 años, huyó de la vivienda el 31 de marzo. Cuando el menor fue encontrado, las autoridades revisaron la casa antes de entregarlo a sus padres. Al ver las condiciones insalubres dentro el hogar, decidieron poner a todos los niños en hogares temporales. Ya estando con sus padres de crianza, los menores hablaron a fondo del maltrato que vivieron en entrevistas con la policía.
Las autoridades posteriormente arrestaron a Rogers por negligencia a fines de marzo, días después detuvieron a Allen bajo cargos de tortura y abuso de menores. Los niños fueron trasladados a un albergue infantil. Actualmente permanecen en custodia de otros familiares.
Además de los excrementos, orina, basura acumulada y comida podrida, la policía indicó que los niños también sufrieron golpes, perforaciones y quemaduras desde 2014. Incluso, informó Sharon Henry, fiscal del condado de Solano, las cicatrices en sus cuerpos son consistentes con disparos de pistolas de aire comprimido (“BB guns”, en inglés).
Ambos padres niegan los cargos que se les imputan. Allen permanecerá detenido con una fianza fijada en 5 millones de dólares. A su vez, Rogers fue liberada tras pagar una fianza de 10 mil dólares.
Tras ofrecer un recorrido a la prensa por la casa de cuatro habitaciones, las cuales permanecen en condicones insalubres, Rogers indicó que la pareja quería una familia grande y alegó que el caos del lugar fue causado por la intervención policial.
“Mi esposo es una persona increíble”, ella aseveró. “Yo soy una madre increíble”.