Nueva sede de Amazon: 3 efectos negativos y 1 positivo para Nueva York y Arlington
Las ciudades que ganaron la pelea por albergar las nuevas oficinas de Amazon pronto sentirán los efectos
Era un premio muy ansiado y ya tiene ganadores: Amazon escogió a las ciudades de Nueva York y de Arlington (Virginia) como las locaciones en las que establecerá sus nuevas oficinas globales.
La decisión es el fruto de un proceso que duró 14 meses y cuyo objetivo final era escoger el lugar donde el gigante tecnológico instalaría su segundo cuartel general (HQ2, como se le conoce en inglés).
No era cualquier cosa. Amazon se planteaba crear una sede similar a la que ya tiene la compañía en Seattle, lo que implicaba la creación de unos 50.000 empleos muy bien remunerados y una inversión total de unos US$5.000 millones.
Ante esta tentadora oferta, 238 ciudades de América del Norte decidieron participar en una suerte de concurso para persuadir a la compañía fundada por Jeff Bezos sobre sus méritos para acoger el HQ2.
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Las autoridades locales no escatimaron esfuerzos.
Por ejemplo, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, hizo iluminar de noche con el característico color naranja de Amazon muchos de los icónicos edificios de Nueva York, como parte de su campaña de persuasión.
Según explicó Jay Carney, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Amazon al diario Washington Post (propiedad de Bezos), la empresa tomó en consideración unos 100 elementos de valoración, aunque -al final- el que tuvo más peso fue el de cuál lugar sería mejor para atraer al tipo de empleados que necesitan.
Después de haber escogido en enero pasado 20 ciudades finalistas, en un cambio de su propuesta inicial, Amazon decidió que en lugar de un nuevo cuartel general creará dos nuevas sedes y que empleará unas 25.000 personas en cada una.
Las locaciones escogidas fueron Long Island City (en Queens, Nueva York) y Crystal City (en Arlington, Virginia, justo a las afueras de Washington D.C.).
Cada una recibirá de parte de la compañía inversiones estimadas en unos US$2.500 millones.
Pero, no todo el mundo está contento.
BBC Mundo te cuenta sobre tres efectos negativos y uno positivo que pueden sentir estas ciudades.
1- Pérdidas de fondos públicos
Entre las propuestas que hicieron las autoridades de Nueva York para persuadir a Amazon se incluyen exenciones de impuestos por US$1.500 millones, mientras que en el caso de Arlington ofreció unos US$550 millones en incentivos.
Estos beneficios se ejecutarán a lo largo de una década y están atados a que la empresa cumpla también con sus compromisos en términos de inversiones y de creación de empleo.
Se trata de un asunto muy polémico.
“Amazon es una empresa multimillonaria. La idea de que recibirá centenares de millones de dólares en exenciones de impuestos en un momento en el que nuestro metro se está desmoronando y nuestras comunidades necesitan más inversiones, no menos, es muy preocupante para los residentes acá”, dijo Alexandria Ocasio-Cortez, un congresista demócrata recién electa por Nueva York en un mensaje de Twitter.
Amazon is a billion-dollar company. The idea that it will receive hundreds of millions of dollars in tax breaks at a time when our subway is crumbling and our communities need MORE investment, not less, is extremely concerning to residents here.
— Alexandria Ocasio-Cortez (@AOC) November 13, 2018
Se estima que los gobiernos locales y estadales en Estados Unidos gastan cada año en su conjunto entre US$45.000 millones y US$80.000 millones en incentivos para las empresas, un mecanismo sobre cuya eficacia existen dudas.
El economista Timothy Bartik señaló a The New York Times que las investigaciones indican que no existe una gran correlación entre los fondos cedidos a las empresas por parte de los gobiernos y los niveles de desempleo y de ingreso de los ciudadanos.
Con frecuencia, las administraciones públicas empiezan a sufrir por la falta de esos fondos. Así, por ejemplo, se estima que las escuelas públicas de Texas han perdido por esta causa unos US$4.000 millones del programa de desarrollo económico estatal.
2- Encarecimiento de la vivienda y del costo de la vida
Otra fuente de críticas al establecimiento de las oficinas centrales de Amazon en estas ciudades tiene que ver con el impacto que puede tener sobre la disponibilidad y el precio de la vivienda.
Jimmy Van Bramer, miembro del Consejo de la ciudad de Nueva York, y Michael Gianaris, senador estadal por esa localidad, emitieron un comunicado en el que expresan su preocupación por el impacto que el desembarco de Amazon pueda tener sobre las propiedades y los alquileres, pues creen que se dispararán no solamente en Long Island sino también en las zonas circundantes.
Según Josep Parilla, investigador del Programa de Políticas Metropolitanas del Brookings Institution, este efecto se sintió en Seattle.
En un análisis publicado en la web de ese centro de investigaciones, el experto señaló que aunque los ingresos de las familias de clase baja crecieron de forma notable eran inferiores al aumento del costo de la vivienda.
Indicó que, según los estudios, los trabajadores no cualificados solo se benefician en estos casos cuando viven en ciudades en las que se están construyendo muchas viviendas al mismo tiempo que se expande el sector tecnológico.
“Cuando la oferta de vivienda estaba constreñida, como ocurrió en Seattle, el aumento en el costo de la vida para la clase trabajadora superó cualquier incremento en sus salarios”, advirtió.
3- Tráfico y servicios públicos
El desembarco de Amazon en Nueva York y Arlington también se sentirá en los servicios públicos de esas ciudades.
“La llegada de decenas de miles de nuevos trabajadores y de sus familias indudablemente ejercerá presión sobre los recursos de la comunidad en lo referido a vivienda asequible, sistemas de transporte, tráfico y escuelas locales de calidad. Lo correcto es que Amazon pague lo que le corresponde”, dijo Anna Scholl, directora ejecutiva de Progress Virginia, una organización de activistas locales, al Washington Post.
A mediados de este año, los residentes de Del Ray, una localidad de Alexandria (Virginia), expresaron su preocupación por la posibilidad de que la llegada de Amazon termine empeorando los atascos de tráfico que ya sufren durante las horas punta, lo que empeoraría su calidad de vida.
En el caso de Seattle, las autoridades locales han tenido que esforzarse para seguirle el ritmo al vertiginoso crecimiento de Amazon, lo que ha generado la necesidad de aumentar la disponibilidad de escuelas, transporte público, parques, servicios públicos y redes viales.
-1 efecto positivo: miles de empleos
Con la creación de las sedes de Amazon en Nueva York y Arlington, la empresa se comprometió a crear unos 25.000 empleos directos en cada una de estas ciudades, lo que es considerado como un gran éxito por parte de sus autoridades.
Se trata de puestos que requieren altas cualificaciones y que deben ser bien remunerados, con salarios promedios de US$150,000 al año.
Pero los posibles beneficiarios están más allá de las fronteras locales.
Larry Hogan, gobernador de Maryland -un estado fronterizo de Virginia-, celebró también la decisión pues espera ver que otras compañías se trasladen a la zona siguiendo la estela de Amazon.
“Colectivamente, no solamente ganaremos 25.000 empleos corporativos, sino también muchos negocios que forman parte de la cadena de suministros de Amazon”, dijo.
La alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, también hizo suya la celebración.
“Que Amazon se establezca en Arlington es una victoria para D.C. Seguiremos preparando a los residentes con las habilidades y el conocimiento que necesitan para los trabajos del futuro, incluidos los de Amazon”, dijo en una declaración.
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