Una madre conoce al recipiente de hígado de su hijo fallecido

Familiares piden a la comunidad informarse sobre la donación de órganos que puede salvar muchas vidas

Ana Rosa Cruz conoce a recipiente del higado de su hijo Jose Luis después que falleció. (Jacqueline García)

Ana Rosa Cruz conoce a recipiente del higado de su hijo Jose Luis después que falleció. (Jacqueline García) Crédito: La Opinion

Desde muy joven, Jorge Padilla siempre fue un hombre fuerte y sano. Tanto así que desde su adolescencia se dio a la tarea de cuidar a su padre quien era parapléjico.

“No se movía del cuello para abajo y para mí era como mi baby [bebé]. Yo lo cargaba para bañarlo y moverlo de un lado a otro”, recuerda este hombre que hoy tiene 49 años.

No obstante, su mayor batalla llegó el mismo año que falleció su progenitor.

A finales de 2012 Padilla, quien es de origen mexicano, notó que su brazo sangraba mucho cuando la enfermera trató de tomarle una muestra para un examen médico. Fue ahí que recibió una noticia que jamás hubiera imaginado.

“Me dijeron que necesitaba urgentemente un trasplante de hígado”, cuenta. “Y solo me daban 15 días de vida”, aseveró con un nudo en la garganta.

Cerca de esa fecha en Long Beach una familia recibía una devastadora noticia.

El 29 de noviembre de ese mismo año, José Luis Cruz, que tenía 23 años de edad, recibió un disparo mientras conducía su carro en horario laboral. Poco después fue diagnosticado con muerte cerebral.

Ana Cruz recuerda a su hijo, José Luis, como un joven muy activo, energético y que le gustaban mucho los chocolates.

“Él era muy generoso y cada domingo nos preguntaba a dónde iba a ser la reunión familiar. Le gustaba mucho comer”, rememora.

José Luis dejó tres hijos y un legado que la familia honró.

“Mi hijo es un ángel.Él vino a salvar vidas”, dijo la madre, quien confirmó que mediante la donación de órganos, su hijo salvó al menos cinco vidas.

Los hijos de Jose Luis Cruz conocen al recipiente que tiene su hígado después que falleció en un tiroteo. (Jacqueline García)

Un milagro

Padilla enfrentaba el peor momento de su vida a principios de diciembre de aquel 2012. Su diagnóstico era irreversible y su tiempo de vida se acortaba.

Su padre falleció el 5 de diciembre de 2012 y ese mismo día, como un milagro, le avisaron que habían encontrado un hígado compatible para él.

El hombre cuenta que estaba impresionado ya que él ni siquiera se había colocado en una lista de espera y a pesar de ello, el órgano vital llegó a tiempo.

José Luis falleció cuatro días antes y el 5 de diciembre lo estaban enterrando. Sin embargo, los órganos que fueron donados lograron salvar varias vidas.

La operación de Padilla se llevó a cabo el 11 de ese mismo mes, la misma fecha de su cumpleaños número 42.

“Desperté a un coma y por eso yo pienso que ese día volví a nacer”, comentó.

Tras una recuperación un poco extensa, Padilla salió adelante.

Ahora cuenta que su nivel de energía ha aumentado y sus ganas de vivir también. Puede disfrutar juegos de deportes con su hija y su apetito es un “poco diferente”.

“Me encanta comer galletas con chocolate y leche”, dijo incrédulo Padilla cuando la madre de José Luis le contó que ese era una de las delicias que le gustaba comer a su hijo.

Ambas familias tuvieron la oportunidad de conocerse por primera vez este miércoles, cuando 13 miembros de la familia de José Luis llegaron para ver quién era la persona que ahora disfruta de la vida que dejó José Luis.

“Tu donante fue un hombre muy fuerte, saludable y energético”, le dijo a Padilla Jennell Cruz, una de las cuatro hermanas de José Luis.
Padilla dijo que esperó con ansias este momento que no puede explicar con palabras.

“Al verlos fue una conexión, una bendición porque la familia Cruz decidió donar los órganos de José Luis. Él ha sido mi cambio de vida”, dijo el recipiente de hígado. “Yo solo tenía 15 días de vida y cinco días antes llegó José Luis a cambiar y salvar mi vida”.

Ana Cruz dijo que desde ahora Padilla está invitado a todas las reuniones familiares ya que todos ellos están consientes que dentro de su cuerpo esta una parte importante de su hijo.

“Dentro de él vive algo que nunca murió de mi José Luis. Ahí está vivito, dando vida. No hay palabras para explicarlo”, dijo Ana.

Por su parte, Padilla aseveró que la comunidad latina debe saber que la donación de órganos es importante para salvar otras vidas.

“Nuestra comunidad necesita pensar en que podemos dar vida a otros que la necesiten cuando ya no estemos aquí”, indicó.

Ana Rosa Cruz conoce a recipiente del higado de su hijo Jose Luis después que falleció. (Jacqueline García)

Embajadores en el desfile de las Rosas

La familia de José Luis será una de las familias embajadoras en la carroza de One Legacy 2019, la organización que se encarga de promover la donación de órganos. En la carroza irá la imagen de José Luis acompañada de otras de personas que al fallecer decidieron donar sus órganos.

José Luis pudo salvar a cinco personas al donar su corazón, hígado, riñones y pulmones, explicó Tania Llavaneras, portavoz de One Legacy en Los Ángeles.

Agregó que las personas pueden registrarse como donantes de órganos cuando obtienen su licencia de manejo o identificación en el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV).

Para más información visite: https://www.onelegacy.org/

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