Como Hispanoamericano yo quiero seguridad en nuestra frontera
Como un hispanoamericano que vivió en un estado fronterizo, conozco de primera mano las consecuencias de la inmigración ilegal. También sé que nuestro presidente comparte nuestras preocupaciones sobre la crisis humanitaria en la frontera sur y está comprometido a construir una barrera que mantenga a nuestras comunidades seguras.
Tan solo en los últimos dos años, los agentes de ICE arrestaron a 266,000 extranjeros ilegales con antecedentes penales. Más allá de la posición geográfica del estado en el que se viva, todos debemos estar alarmados con esos números y preocupados por la seguridad de nuestras comunidades.
La inmigración ilegal ha afectado todos los aspectos dentro de nuestra comunidad. Aunque viví en California hace años atrás, me mantengo siempre al tanto de lo allí sucede. Quién puede olvidar aquel caso en California, del vicioso asesinato que sufrió el oficial de policía Ronil Singh a manos de un extranjero ilegal el día después de la Navidad.
En Georgia, las autoridades acusaron a un inmigrante ilegal en noviembre por el asesinato de Robert Page, un abuelo de 76 años. Además, también se suma el problema del crimen violento. Cada semana mueren 300 ciudadanos relacionados con el consumo de heroína: el 90 por ciento de esta droga llega por nuestra frontera sur.
La inmigración ilegal también crea desigualdad en el mercado laboral. La economía de los Estados Unidos está en auge bajo el presidente Trump y los estadounidenses de origen hispano están entre los que más se benefician: nuestra comunidad ahora tiene una tasa de desempleo con un récord del 4.4 por ciento. Cuando un inmigrante legal y trabajador busca un empleo, no debería tener que competir con alguien que reduce su salario debido a su estatus migratorio.
Como resultado de esta economía en auge, gracias a la reducción de impuestos y la desregulación de la administración Trump, es fácil ver el porqué tantas personas quieren un nuevo comienzo en los Estados Unidos. Sin embargo, cruzar ilegalmente la frontera no es la manera correcta.
Muchas personas padecen un dolor indescriptible en su arduo viaje hacia el norte. Casi una tercera parte de las mujeres que se lanzan a la travesía son agredidas sexualmente. También está el riesgo que corren los 20,000 niños migrantes que fueron traídos ilegalmente al país el mes pasado. Es irresponsable exponer a los niños pequeños a los peligros de la trata de personas.
Mi corazón está con todos aquellos que huyen de las duras circunstancias en su tierra natal. Los aliento a que sigan los canales legales establecidos para venir a este país; estos, son mucho más seguros y gratificantes que vivir en la sombra.
El presidente Trump ha dejado claro su compromiso con nuestras comunidades y la seguridad de nuestra nación con su visita a la frontera. En última instancia, la construcción de una barrera física a lo largo de la frontera sur proporcionará la seguridad que nuestro país y nuestras familias necesitan. Si los demócratas realmente se preocupan por la comunidad hispanoamericana, pondrán al país por encima del partido y se unirán al presidente Trump para asegurar la frontera de una vez por todas.
Jesus Marquez
Analista republicano