Jalisco Nueva Generación, el cártel que enfrenta AMLO
El mandatario mexicano enfrenta una batalla contra el robo de combustible
MÉXICO – Entre balaceras, mantas y robo de combustible (huachicoleo), atribuido al cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la principal organización criminal del país mantiene su exposición mediática durante los primeros días de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto fue estridente. Entre otros escándalos, derribó un helicóptero y mató así a ocho militares, dos policías federales e incendió 30 camiones durante un operativo frustrado en el que supuestamente atraparían al líder de la organización Nemesio Oseguera “El Mencho“.
A la fuga de El Mencho aquel 1 de mayo de 2015 para seguir a la cabeza de los más buscados del mundo le sucedieron otras fanfarronerías públicas por parte de la organización criminal como la filmación y distribución en redes sociales de la captura de los policías de la Subprocuraduría Especializada en Investigación contra Delincuencia Organizada, Octavio Martínez y Alfonso Hernández, de 26 y 28 años.
A los agentes, el cartel los obligó a leer un comunicado en el cual reconocían, arrodillados frente a la cámara –– al estilo de prisioneros del grupo terrorista islámico ISIS –– que eran espías del gobierno. Posteriormente los mataron.
“El cártel Jalisco Nueva Generación creció y se alimentó y ahora es una de las más grandes herencia de la anterior administración al nuevo gobierno”, advirtió José Fernández Santillán, analista de seguridad nacional del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
“En Mexico cada sexenio ha tenido un cartel que creció exponencialmente bajo el régimen de turno: en tiempos recientes, con las administraciones del Partido Acción Nacional (PAN), fue el Cartel de Sinaloa y ya con Enrique Peña Nieto, del PRI, fue el CJNG”.
De acuerdo con información del gobierno estadounidense a través de la DEA, gracias a la fuerza que tiene en México, el CJNG distribuye droga (sobretodo cocaína y metanfetamina) a lo largo de 10,000 kilómetros del litoral del Pacífico, desde el Cono Sur hasta Estados Unidos y Canadá así como a Asia desde 2014 con aliados de todo tipo, de Los Arellano Felix en Tijuana hasta con grupos criminales de California, donde tiene mucha fuerza.
En el sexenio pasado se detuvo a Abigail González Valencia y Antonio Oseguera, dos de los líderes, cuñado y hermano de El Mencho, pero su poderío no mermó. Ni en el tráfico de droga, ni el narcomenudeo y ni en el robo de combustible, un delito que comparte con pobladores de las regiones donde pasan los ductos con el que ahora batalla AMLO.
Desde tiempos de campaña, López Obrador prometió que no usaría la violencia para combatir la violencia, pero aún no deja claro la estrategia que usará con organizaciones del tamaño del CJNG.
Analistas de seguridad advierten que la experiencia internacional no da buenas cuentas del “perdón” que de manera general ha planteado el presidente o la falta de combate a las finanzas criminales.
“La experiencia internacional de los últimos 30 años indica que el pacto o amnistía con el crimen no da resultados”, advirtió Edgardo Buscaglia, investigador de seguridad para organismos internacionales como la ONU.
Para José Reveles, periodista y autor de diversos libros sobre narcotráfico advierte que “si no se tienen pronto resultados económicos, incautación, localización de dinero, ningún combate a organizaciones criminales como el CJNG tendrá resultados”.