Activistas piden protección para la comunidad de las emisiones tóxicas

Ambientalistas pidieron al concilio de Los Ángeles que instale dispositivos de protección ente los pozos petroleros y las residencias

Nalleli Cobo, activista ambiental, pidió que se apruebe la creación de un búfer de 2.500 pies de distancia entre cualquier hogar, parque, escuela o iglesia y pozos petroleros. (Jacqueline García)

Nalleli Cobo, activista ambiental, pidió que se apruebe la creación de un búfer de 2.500 pies de distancia entre cualquier hogar, parque, escuela o iglesia y pozos petroleros. (Jacqueline García) Crédito: Jacqueline G.

Nalleli Cobo recuerda que cuando tenía unos 9 años comenzó a desarrollar síntomas de dolor de cabeza, estomago, sangrado de la nariz y problemas del corazón.

La familia desconocía de qué se trataba hasta que en una ocasión un toxicólogo llegó a su vecindario del sur centro de Los Ángeles, para hablarles acerca de los peligros de vivir cerca de los pozos petroleros.

“Ahí es cuando hicimos la conexión que la compañía AllenCo  —un pozo petrolero—  estaba exponiendo emisiones tóxicas que nos causaba enfermedades”, dijo Cobo quien vivía en el área de University Park, cerca de la Avenida Figueroa y la Calle 23.

Desde el momento que Cobo se enteró como estaban siendo contaminadas las comunidades aledañas a compañías y pozos petroleros, se involucró con el grupo “People not Pozos”, el cual estuvo dedicado arduamente a cerrar AllenCo y otros pozos petroleros cerca de escuelas, casas y parques.

Se estima que Los Ángeles cuenta con alrededor de 880 pozos petroleros activos. Foto de Jacqueline García

“[Este grupo] comenzó después de escuchar las conversaciones de las mamás preocupadas de que sus hijos estaban enfermos o pasaban tiempo en el hospital”, dijo Cobo.

La lucha ha dado sus logros pues desde hace cinco años el pozo petrolero AllenCo se encuentra cerrado y Cobo dijo que ella inmediatamente notó la diferencia en su salud.

“Desde que lo cerraron muchos de los malestares se me fueron, solo tengo asma y algún otro [malestar] que podría aparecer en el futuro”, dijo Cobo.

Se estima que Los Ángeles cuenta con alrededor de 880 pozos petroleros activos.

Cobo, a sus 18 años, es una ávida activista dedicada a la lucha a favor de las comunidades del sur de Los Ángeles y su salud.

En un esfuerzo por continuar la lucha, Cobo se unió el martes a un grupo de luchadores sociales del medio ambiente y residentes para dar un comentario público ante los concejales del ayuntamiento de Los Ángeles.

 “Queremos que el concejo ayude a poner un buffer [dispositivo de protección] que se instale a unos  2,500 pies de distancia de las casas, escuelas y parques. Queremos que AllenCo cierre permanentemente y queremos que nuestras comunidades tengan la oportunidad de respirar aire limpio”, exigió la activista públicamente.

La manifestación ocurrió un día antes de que el alcalde Eric Garcetti pronuncie su discurso del Estado de la Ciudad y donde se espera describirá su visión de cómo podría ser un “Green New Deal” en Los Ángeles.

Los residentes que viven cerca de áreas de perforación petrolera pidieron al alcalde Garcetti y al ayuntamiento que den un ejemplo de liderazgo climático al establecer un buffer de seguridad a unos 2,500 pies de distancia de los hogares; esto eliminará la extracción de combustible  y pondrá  a la ciudad un paso más cerca de una transición justa y un futuro de energía limpia habitable.

Andrea León-Grossman, activista ambientalista y subdirectora de la organización Azul, enfocada en el medio ambiente, dijo que ya es hora de poner la salud de las personas antes que el beneficio de las corporaciones petroleras.

“Muchas familias ni siquiera saben que esto está pasando en sus propias comunidades donde viven. Y muchas personas que si ven los pozos, desconocen que son los que les están causando enfermedades”, dijo Leon-Grossmann.

La subdirectora dijo que es necesario cambiar a una energía limpia y verde.

“Ya tenemos la tecnología para vivir con energía 100% renovable y es hora de cambiar y tener esa oportunidad para tener trabajos verdes y energía que no nos va a lastimar”, recalcó León-Grossmann.

El concejal Mike Bonin apoyó públicamente el esfuerzo de las compañías ambientalistas y dijo que este es un problema al cual ya se le llegó su tiempo.

Piden actualizar un mapa de todos los pozos para saber su estado actual y cuántos hay en cada código postal. (Jacqueline García)

“Este es un problema que nunca debió haber surgido porque nunca debimos haber permitido que se hiciera la extracción de petróleo a 10 pies de distancia de una recámara de un niño del sur de Los Ángeles”, aseveró el concejal en la conferencia de prensa del martes liderada por la coalición STAND L.A.

“Estoy comprometido a trabajar con mis colegas y con STAND L.A. para resolver este problema”, sentenció Bonin.

Los activistas dijeron que por ahora el ayuntamiento dice que está estudiando las opciones, pero no da los recursos necesarios al administrador para que haga su investigación.

Esto incluye el poder actualizar un mapa de todos los pozos para saber su estado actual y cuántos hay en cada código postal. Se dice que hay petróleo, pero la información no está disponible al público y se desconoce su estado actual. Esto incluye pozos que solamente tienen, por ejemplo, una tapa de tablas de madera y la gente esta respirando esas emisiones tóxicas de los pozos que no fueron cerrados apropiadamente.

“Estamos presionando al alcalde Garcetti y al concilio para que de los recursos necesarios al administrador”, aseveró León-Grossmann. “Esta es nuestra salud y a largo plazo ahorramos todos porque son menos visitas al doctor y tenemos una vida más saludable”.

Los activistas urgieron a los angelinos que contacten a sus concejales para pedirles que apoyen la creación de los buffers y se aseguren especificar que incluyan los 2,500 pies de distancia de sus residencias y no menos.

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