Expectación y duda genera nuevo presidente de El Salvador a salvadoreños de L.A.

Quieren que se enfoque en atender la pobreza y crear oportunidades para que los jóvenes no tengan que salir

Nayib Bukele  asume como presidente de El Salvador.

Nayib Bukele asume como presidente de El Salvador. Crédito: EFE

Los salvadoreños que viven en Los Ángeles ven la llegada de Nayid Bukele a la presidencia de El Salvador con grandes expectativas, pero mantienen sus dudas y reservas frente a la capacidad que pueda tener para resolver los problemas del país que los vio nacer y del que se vieron forzados a salir para emigrar a los Estados Unidos.

Bukele de 37 años, el primer mandatario de El Salvador que no es de los dos partidos principales de ese país, el conservador Partido Arena y el Frente de Liberación Nacional Farabundo Martí (FMLN), tomó protesta como presidente de la nación centroamericana este sábado.

Nexos con Trump

Carlos Ardón admite que tiene sus reservas sobre el nuevo presidente. “Está muy aliado a la política exterior del presidente Trump. El primer día de su gobierno cambió el logotipo del escudo de El Salvador, los laureles por estrellas para asemejarse a la bandera de EEUU”, afirma.

Además cuestiona su acercamiento al sector de derecha de la administración del gobierno de Washington.

Sin embargo, sostiene que hay que darle el beneficio de la duda. “Tiene que enfocarse en los temas de seguridad, educación y economía. Espero que promueva una colaboración con la comunidad salvadoreña residente en EEUU”, dice para luego explicar que en los últimos 40 años, los salvadoreños que viven en Estados Unidos han mantenido la economía familiar de El Salvador.

“No se puede obviar el esfuerzo por mantener a nuestros familiares”, subraya. Pero sobre todo, Ardón asevera que el recién estrenado mandatario de El Salvador debe concentrarse en un proyecto económico que pare la inmigración de tanto joven y provea la seguridad pública que el pueblo salvadoreño necesita para no salir fuera de sus fronteras.

Preocupación

Karla Cativo reconoce que está a la expectativa del gobierno que pueda hacer Bukele. “Nunca ha dado a conocer claramente su plataforma y cómo van a hacer sus políticas para la nación. Tal vez le falte un poco de experiencia”, dice.

Añade que le preocupa que la mayoría de los presidentes de El Salvador, al igual que Bukele, provengan de la oligarquía, cuando la mayoría del pueblo es humilde y de bajos recursos.

“No he sido fanática de su manera de expresarse ni de su carisma. Me preocupa su promesa de levantar el turismo si eso significa desplazar a la gente de sus casas y barrios como lo hemos visto en California con la gentrificación. Mi gran temor es que continúe con los planes neoliberales, que se enfoque en construir infraestructura para el turismo y en la búsqueda de inversión extranjera, y no le dé importancia a los grandes problemas”, dice.

“Cuando se le preguntó sobre Trump después de que habló despectivamente de los salvadoreños, dijo que de nada sirve que peleemos con el país que nos da de comer”, señala.

Y expone que a ella le gustaría que continuara con los programas sociales del FMLN para hacer que las oportunidades crezcan para los jóvenes y hacerlos sentir que tienen voz y voto.

“Con la dolarización salimos bien afectados y aumentó la pobreza”, se lamenta.

Qué pare la migración

Maritza Zambrano desea que el presidente Bukele atienda los mayores problemas de El Salvador como son la delincuencia, salud y educación.

“Tiene que crear nuevas fuentes de trabajo para que no emigremos a EE UU. Con equidad e igualdad social no habría necesidad de emigrar. La gente sale más por la inseguridad social que por el hambre sin saber que este país no es como lo pintan. ”, comenta Maritza quien a pesar de que ella emigró legalmente hace tres años después de que su padre solicitó su residencia, tuvo que trabajar en la construcción aún cuando era abogada en El Salvador.

“Primero Dios espero que independientemente de ideologías trabaje para el pueblo”, dice.

Oportunidad y reto

Jesús Aguilar dice que al presidente Bukele le esperan una oportunidad y un reto. “Tiene la oportunidad para fortalecer el desarrollo, darle continuidad a los proyectos exitosos y desarrollar nuevos y mejorar aquellos que no se han realizado”, dice.

Y precisa que está claro que se necesita mejorar la calidad de vida tanto para los salvadoreños que viven dentro del país como para los que están fuera. “Hay bastantes expectativas. Bukele cuenta con cinco años para hacer realidad una nueva visión del país. El reto es grande y se pueda cumplir. Esperemos que haga un esfuerzo por la nación, independientemente de los colores”, destaca.

La esperanza

Raúl Marioana, un salvadoreño que preside la organización no lucrativa UNICOMDES en Estados Unidos, y quien no alcanzó a registrarse para votar en las elecciones, dice que el pueblo ve con expectativas y esperanza el arribo del nuevo presidente.

“Cuando los candidatos no están sentados en la silla de presidente, pueden prometer cualquier cosa, pero hay tres cuestiones en las que se debe enfocar, la juventud, la inseguridad y la salud”, señala.

Y dice que entre las muchas promesas hechas por Bukele estuvo la de acabar con la inmigración hacia Estados Unidos. “En los primeros 100 días vamos a ver hacia dónde tira. El pueblo tiene bastantes expectativas, a pesar de que solo el 35% votó por él porque hubo mucho abstencionismo y muchos problemas para que quienes vivimos en el exterior pudiéramos votar y no nos abrieron centros de votación”, expone.

Y señala que pese a todo se vislumbra una nueva esperanza para el pueblo salvadoreño con Bukele. “Ojalá no se equivoque”, remarca.


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