Canelo vs. Kovalev: hay algo muy extraño en esta foto, ¿qué es?
Un reto 'suicida' en peso semicompleto, críticas directas a su promotor, un trato de amigos con su rival... ¿qué sucederá en Las Vegas?
Habiendo estado en la cobertura periodística de la carrera de Saúl Álvarez desde 2010, incluyendo muchas de sus peleas y campamentos en persona, tengo que reconocer que la imagen que tengo de él es positiva. Para mí, “Canelo” es un excelente peleador.
Cierto, le han seleccionado bien a sus oponentes. Cierto, los jueces han sido benevolentes con él. Cierto, tuvo aquel resbalón con el clembuterol.
Pero no se puede negar que Saúl supo ascender y asumir el rol de superestrella del boxeo, una industria donde la controversia es un ingrediente inseparable.
Ahora, en la cúspide de su deporte, “Canelo” (52-1-1, 35 KOs) nos sorprende brincando dos divisiones para enfrentar este sábado a Sergey Kovalev (34-3-1, 29 KOs) por el campeonato de peso semicompleto de la OMB en poder del veterano ruso.
Un salto así como el que está dando Álvarez para este desafío no es normal, es algo que “no existe” y por eso la pelea resulta interesante, sobre todo considerando que “Krusher” Kovalev, a lo largo de su carrera, se ha distinguido por su poder.
En la teoría, al subir de peso mediano a semicompleto, Álvarez perderá su respetable pegada y su quijada, aunque legendaria, quedará expuesta.
Pero entonces, ¿por qué es “Canelo” favorito en las apuestas por 4 a 1?, y ¿por qué esos saludos llenos de afecto entre mexicano y ruso?
Es extraño que mientras “Canelo” expresa desprecio por su propio promotor Óscar de la Hoya, se le vea tan contento cada vez que se encuentra con Kovalev, como si ambos ya supieran cuál será el desenlace de la pelea y solo estuvieran disfrutando del viaje.
Por supuesto, Saúl Álvarez es un peleador mayormente respetuoso de sus oponentes, con sus debidas excepciones como Julio César Chávez Jr. y Gennady Golovkin. Contra el kazajo, incluso, hubo ofensas mutuas y conato de bronca en la ceremonia del pesaje.
Nada tiene de malo que “Canelo”, de 29 años de edad, simpatice con Kovalev, de 36. Se caen bien. El respeto que se muestran estos dos guerreros es tremendo.
Pero no es nada usual que dos peleadores de gran trayectoria que están a punto de subir a pegarse en el ring en un evento de estas dimensiones se sonrían, se abracen, se tiren flores, y luego se vuelvan a sonreír. No es la mejor manera de vender un pleito, porque evidentemente “no se traen ganas”.
Sin duda que será interesante ver lo qué suceda en el ring de la MGM Grand Arena. Los ingredientes son muy buenos, pero entre la insistente narrativa de “Canelo” de hacer historia, su aparente enojo con De la Hoya y el lenguaje corporal con Kovalev, algo me dice que el producto final no será bueno para los fans del boxeo.