Los desamparados pueden continuar durmiendo en las calles sin problemas de la autoridad
La Corte Suprema de la nación no quiso ni escuchar caso que criminaliza a los desamparados por no tener donde dormir.
El lunes funcionarios locales de Los Ángeles mostraron sentimientos encontrados cuando la Corte Suprema se negó a escuchar un caso que intentaba regular los campamentos de las personas que viven en la calle, una crisis social en crecimiento a nivel nacional.
Sin dar explicación alguna, los jueces de la Corte Suprema se negaron a escuchar una apelación del caso Martin v. Boise, que consideraba un crimen a aquellas personas que durmieran en espacios públicos como las aceras o parques.
Con esta negación, las personas pueden seguir durmiendo en las calles sin problemas.
El caso originalmente fue presentado hace nueve años cuando un grupo de personas sin hogar demandó a la ciudad de Boise, Idaho, por multar a quienes dormían a la intemperie. La ciudad eventualmente modificó la ordenanza permitiéndoles dormir en las calles cuando los refugios estuvieran llenos.
Pero después la Corte del Noveno Circuito finalmente determinó que la ley local era inconstitucional.
El fiscal de la ciudad de Los Ángeles, Mike Feuer, dijo que apoya “acciones urgentes” para crear más oportunidades de refugio temporal y vivienda permanente para estadounidenses que no tienen hogar; así como una intervención en los programas de salud mental más efectivos y principalmente estratégicos para prevenir la falta de vivienda.
Agregó que “mientras tanto, debe haber reglas que aseguren que nuestras aceras y otros espacios públicos son seguros y accesibles para todos”.
A lo que se refirió el funcionario es al hecho de que en ocasiones, niños tienen que caminar en las banquetas llenas de indigentes, pero que terminan caminando por las avenidas porque no hay espacio por donde pasar.
Además de los negocios que intentan salir adelante y atraer a más clientes, pero que se encuentran con aceras llenas de casas de campaña donde vive la gente que no tiene un hogar.
“Necesitamos claridad sobre lo que permite la Constitución a medida que desarrollamos y hacemos cumplir esas reglas”, indicó Feuer.
Con este mensaje, el fiscal pidió al Tribunal que revise el caso para proporcionar claridad para las jurisdicciones en todo el país que enfrentan situaciones similares.
“El Tribunal decidió no proporcionar esa claridad”, dijo Feuer. “Sin ella, es probable que la Ciudad enfrente nuevos desafíos legales, mientras buscamos implementar reglas que equilibren efectivamente los derechos y necesidades de los residentes sin hogar, con los derechos e intereses legítimos de otros residentes y negocios”.
El supervisor del condado de Los Ángeles Mark Ridley-Thomas dijo que actualmente hay una crisis humanitaria urgente en el país con más y más personas cayendo en la pobreza.
Él funcionario agregó que su apoyo a la postura de la ciudad de Boise, Idaho, no fue un intento de criminalizar a los indigentes pero más bien buscar un marco legal más claro.
El supervisor aseguró que se niega a ver la vida actual de los desamparados como la nueva normalidad.
“No deberíamos resignarnos a una realidad en la que los lugares no aptos para la vivienda humana se conviertan en la situación de vida predeterminada para las personas que viven en la calle”, indicó el supervisor.
“Continuaremos buscando decisiones audaces y compasivas para ayudar a todos nuestros vecinos a vivir una vida digna y valiosa”, subrayó Thomas.
Un reporte del Centro Nacional de Leyes sobre Indigencia y Pobreza revela que a nivel nacional, las personas sin vivienda son multadas, arrestadas y encarceladas solamente por dormir o sentarse en las aceras, casos que los consideran como delitos civiles o penales.
Adicionalmente, el reporte titulado “Housing not Handcuffs 2019” indicó que las ciudades desplazan rutinariamente a las personas sin hogar de los espacios públicos sin ofrecer alternativas de vivienda permanente.
Buscando alternativas
Se estima que el condado de Los Ángeles tiene una escasez de aproximadamente 517,000 unidades de vivienda asequible. Cada noche hay aproximadamente 59,000 desamparados, de los cuales, más de 44,000 no tienen refugio.
La supervisora Hilda Solís, mostró su acuerdo ante la negativa de la Corte Suprema diciendo que esta decisión envía un mensaje poderoso.
“Tenemos que unirnos para enfocarnos en soluciones concretas que reduzcan la cantidad de personas que están viviendo sin hogar. Esta es una crisis humana que requiere la construcción de más viviendas provisionales, viviendas de apoyo y unidades más asequibles”, dijo la supervisora.
Ella explicó que el condado de Los Ángeles ha estado trabajando para asociarse con ciudades para implementar soluciones a las personas sin hogar y para construir viviendas provisionales, de apoyo y asequibles en todo el condado.
“Solo a través de asociaciones con nuestras ciudades, proveedores de servicios y miembros de la comunidad podremos terminar con la falta de vivienda”, expresó la supervisora. “Ahora es el momento de actuar rápidamente para sacar a nuestros hermanos y hermanas de la indigencia y llevarlos a la vivienda que necesitan y merecen”.
El alcalde de Los Ángeles Eric Garcetti dijo que la falta de vivienda no se resolverá moviendo a las personas de una calle a otra.
“Nuestro enfoque seguirá siendo brindar servicios para salvar vidas, mantener nuestros vecindarios limpios y saludables, abrir refugios para ayudar a las personas a entrar más rápidamente y construir unidades permanentes para mantenerlos bajo un techo permanentemente”, dijo Garcetti.
Una de las soluciones podría recaer en un plan de acción de prevención de indigencia, desarrollado por el condado de Los Ángeles, el cual identifica a los residentes con mayor riesgo de convertirse en indigentes.
Durante la investigación del plan de las personas que fueron identificadas con alto riesgo de padecer falta de vivienda, casi la mitad se quedaron sin hogar. Adicionalmente, se encontró que las personas de este grupo tenían 27 veces más probabilidades de quedarse sin hogar en comparación con la persona promedio que reciben servicios del condado de Los Ángeles.
“El modelo predictivo puede ayudar a garantizar que los servicios de prevención de indigencia lleguen a las personas adecuadas, en el momento adecuado, antes de que se encuentren en una crisis-total,” dijo Janey Rountree, directora ejecutiva del Laboratorio de Políticas de California (UCLA). “Esperamos ver el impacto al conectar a las personas con la ayuda que necesitan.”
Se estima que el plan se ejecute a principios del 2020 y los fondos—un total de $3 millones—sean obtenidos mediante la Medida H.
Por lo pronto, las autoridades de la ciudad y del condado no podrán desplazar a las personas sin hogar de las banquetas o de los lugares públicos si es que se no puede proveer un refugio para ellos.