En el funeral de una abuela sucede algo tan curioso que se convierte en viral
Tener algo que nos recuerde a nuestros seres queridos es un linda forma de tenerles vivos en la memoria
El increíble gesto que marcó el funeral de una abuela de Nebraska se ha vuelto a compartir y se hizo viral este año, tiempo después de su muerte. Sirve de ejemplo para mostrar que las cosas importantes de la vida pueden parecer insignificantes, pero todo tiene un valor sentimiental para alguien.
Margaret Hubl falleció a la edad de 89 años, hace ya 3 años, pero su recuerdo sigue muy vivo gracias a algo increíble que hizo la anciana a lo largo de su vida.
A lo largo de los años, Hubl realizó muchas mantas, pequeñas y grandes, para asegurarse de que sus hijos y nietos nunca se sintieran tristes o solos en el mundo, sin importar cuán lejos estuvieran de sus seres queridos. Con las increíblemente lindas colchas, o quilts en inglés, conseguía darles calor y demostrales su amor.
Para la mayoría de las personas tejer o confeccionar algo así no es más que un pasatiempo, para ella era una forma de comunicar su amor por su familia.
Thanks to Christina Tollman for sharing this beautiful picture of her grandma's funeral. She was an avid quilter. pic.twitter.com/KG9vsKoiPI
— Poppy's Funerals (@poppysfunerals) July 26, 2016
Según informó TODAY, Hubl pasó toda su vida cuidando a su familia. Además de criar a sus tres hijos, abrió su casa y su corazón para las gemelas de su cuñada después de que un trágico accidente alterara su mundo.
Aunque Hubl y su esposo, Henry, tuvieron que criar a los 5 niños en una pequeña casa de tres dormitorios en su granja, a los niños nunca les faltó amor y cuidado. Comenzó a coser para poder hacer ropa para sus hijos y a medida que crecían y tenían sus propios hijos, comenzó la tradición de hacer que cada nieto tuviera una colcha cuando se graduaran de la escuela secundaria.
“Ella quería que tuviéramos algo para abrigarnos y mantenernos calientes”, contó la nieta de Hubl, Christina Tollman. Ella puso su corazón y su alma en la elaboración de cada edredón y fue solo después de su muerte que su familia se dio cuenta de lo comprometida que estaba con esta tradición.
“Cuando nos sentamos para analizar sus cosas, encontramos esto. Lo llamo un cuaderno de bolsillo. En su interior escribía en qué edredón estaba trabajando, qué día lo empezó y qué día lo terminó”, contó su nieta.
Deseando honrar el legado de la abuela, sus hijos y nietos decidieron colocar todas las colchas que había hecho para ellos sobre las espaldas de los bancos en su funeral.
“Nunca imaginé que pudiera haber tantos. Cubrimos casi todos los bancos de la iglesia. Nunca supe cuántos hizo realmente”, dijo Tollman. Las colchas de Hubl se habían convertido en un regalo preciado para sus nietos, y sus creaciones eran muy detalladas. También se convirtió en una tradición que todos esperaban, recibían con ganas las colchas especiales de su abuela el día de su boda y antes de su muerte, incluso se había asegurado de crear una para cada uno de los que aún no se habían casado.
“De hecho, tengo tres primos que no están casados, y el día de su funeral fue el día en que pudieron ver sus colchas por primera vez. Fue un momento realmente emotivo”, dijo Tollman.
Si bien una colcha puede no significar mucho para la mayoría de las personas, para la familia de Hubl es algo que les da esperanza y consuelo en sus malos días. “Este es el amor que la abuela dio a todos y cada uno de nosotros. Esto es lo que hizo por cada uno de nosotros para recordarla cuando la extrañamos”.