¿Qué pasó con los arbolitos de Navidad que no se vendieron?
Existen muchos otros buenos usos que se les puede dar a estos arbolitos
Millones de estos árboles se cortaron, se enviaron y vendieron para ser decorados durante esta época de fiestas decembrinas. De hecho, se estima que cerca de 96 millones de hogares en Estados Unidos colocaron un arbolito de Navidad, y el 19% eran árboles vivos, según reportó el portal USA Today.
Pero, aunque se vendieron muchos, existen otros que no se los llevaron los clientes, ya sea porque su forma no les gustó o porque tenían ramas rotas.
Muchos de estos infortunados árboles terminan siendo molidos para alimentar animales. Además de que también se pican hasta convertirlos en astillas de madera, mismas que después se venden como mantillo.
También, algunos árboles que no se venden terminan enviándolos a las zonas costeras donde suele haber huracanes. Ahí, los pinos se sujetan en la playa para atrapar arena y evitar que la zona se erosione.
Esto se hace porque los árboles de Navidad secos son una base perfecta para crear dunas de arena. Con el tiempo, el árbol se descompone, pero da tiempo suficiente para que las plantas que crezcan a su alrededor echen raíces y fortalezcan el terreno.
Cabe señalar que las dunas de arena funcionan como una defensa durante las tormentas tropicales, ya que son capaces de absorber el impacto de los vientos y las olas destructivas.
Por otra parte, en Illinois se usan árboles de Navidad viejos para hacer estructuras de anidación para garzas que están en peligros de extinción, y en Dakota del Sur se dejan caer en un lago para mejorar los hábitats de los peces. Además, en San Francisco, se utilizan para alimentar a las cabras con ellos.
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