Madre de crianza comparte su historia de amor
Campaña de reclutamiento del condado de LA busca hogares latinos dispuestos a abrir su corazón a niños que necesitan una familia
Carla Baeza siempre quiso tener hijos. Su sueño se hizo realidad el día que se convirtió en madre de crianza.
Carla y su esposo César Torres llevaban cinco años de casados cuando decidieron comenzar una familia.
“Por 10 años intentamos tener hijos”, recordó la inmigrante chilena, en entrevista con La Opinión. Pero los hijos no llegaron y Carla no estaba segura de querer adoptar.
“En mi corazón no sabía qué sentir. No quería pensar en la adopción como si se tratase de un ‘Plan B’”, compartió la madre.
Pero en 2016, una compañera de trabajo la introdujo al sistema de padres crianza (Foster Care) del Departamento de Servicios para Niños y Familias (DCFS) del condado de LA. Fue esa la introducción que le cambió la vida.
“Me empecé a informar sobre el sistema de padres de crianza y me enamoré del proceso”. Carla señaló que, a medida que se interiorizaba y aprendía más, comenzó a descubrir la gran necesidad que existe de familias que abran sus corazones a estos niños.
Entre sus miedos de embarcarse en el proceso, Carla mencionó el de encariñarse y quizás tener que retornar al niño, y viceversa, que el niño se encariñara con ellos y luego tuviera que partir
“Pero aprendí que, al final, hay que pensar en el beneficio de los niños. Me hice fuerte. Vale la pena saber que como familia le damos todo lo mejor y que el niño es feliz”.
De madre de crianza, a madre adoptiva
Carla contó que el primer niño de crianza vivió solo cinco días en su hogar, y el segundo, dos meses. Cuando Thomas, el tercer hijo de crianza y ahora su hijo adoptivo, llegó a los brazos de Carla, era apenas recién nacido. En marzo de 2019, Carla y César finalizaron los papeles de su adopción. Hoy, Thomas, tiene dos añitos de edad.
“Cuando Thomas cumplió un año, viajamos a Chile a celebrar su cumpleaños. Y mientras estábamos allí, la trabajadora social nos llamó para decirnos que su madre estaba nuevamente embarazada y si estábamos interesados en convertirnos en sus padres de crianza”, recordó. La pareja aceptó en el acto.
Lucas, el hermanito biológico de Thomas, aún es su hijo de crianza y en sus papeles tiene otro nombre. Pero Carla y César están realizando los trámites para poderlo adoptar.
Metas y sacrificios
“Todas las metas en la vida, ya sean de estudio, de trabajo, requieren sacrificio. Nunca es fácil alcanzarlas. Y lo mismo ocurre con el sistema Foster. Lleva tiempo, emociones, sacrificio”, reflexionó Carla. “Pero si la meta es ayudar, debes atreverte a hacerlo. El amor también es sacrificio”, señaló.
La madre indicó que DCFS ofrece numerosos recursos y servicios a los padres, como por ejemplo terapia psicológica para aprender a lidiar con las emociones.
“Nosotros nos sentimos inmensamente afortunados por tener un sistema como DCFS. En nuestros países tenemos sistemas similares, pero no son tan buenos como este”.
Carla recomendó informarse sobre los diferentes programas que ofrece DCFS, y descubrir otras maneras en las que se puede ayudar a los miles de niños que necesitan un hogar.
“Sabemos que existe un mundo de dolor, y le damos la espalda. No queremos verlo. Pero existen muchas maneras de ayudar a estos niños que no sólo implican ser padre de crianza o adoptivo”. Carla citó el programa de visitas a los hospitales y el de las “mochilas”, entre muchos otros.
“Los niños de crianza van de vivienda a vivienda con sus pertenencias en bolsas de basura. El programa de las mochilas, por ejemplo, reune a personas que precisamente preparan mochilas para que los menores puedan llevar sus cosas en ellas, en lugar de tener que recurrir a las bolsas de basura”, explicó.
“El amor es entrega. Yo querría tener 50 niños en mi hogar, pero no puedo. Por eso quiero compartir mi experiencia e invitar a padres y familias latinas a sembrar ese amor en los niños que más lo necesitan”, indicó.
Juntos con los niños
Cada mes, más de 19,000 niños ingresan al sistema de cuidado de crianza (Foster Care) del condado de Los Ángeles. Más de la mitad de estos niños son latinos.
Es por ello, que ayer jueves, la supervisora Hilda Solís, junto al Departamento de Servicios para Niños y Familias (DCFS) y a la Oficina de Asuntos de Inmigrantes lanzó la campaña de reclutamiento de familias latinas.
“Juntos con los Niños” busca interesar a los latinos en convertirse en padres de crianza (Foster Parents) de niños que comparten su idioma y su cultura.
“Celebramos el lanzamiento de Juntos con los Niños, la primera campaña de reclutamiento de padres adoptivos en español del condado de Los Ángeles que refleja la diversidad dinámica dentro de nuestras comunidades, elimina las barreras culturales que impiden que las personas de habla hispana se conviertan en padres adoptivos y abarca el orgullo cultural latino y la autoestima”, dijo la supervisora del condado de Los Ángeles, Hilda Solís.
“Las familias que hablan principalmente español son un recurso valioso para los niños en nuestro sistema de cuidado de crianza. Compartir las tradiciones culturales latinas y un lenguaje común puede reducir el trauma para los jóvenes que son separados de sus familias biológicas y colocados en un hogar de crianza bilingüe. Esta afirmación cultural pondrá a nuestros hijos en el camino hacia el éxito en la vida “, agregó la Supervisora.
Para más información sobre el programa de padres de crianza visita www.JuntosconlosNinos.org.