Consejos para elegir el mejor tipo de comida para que tu perro crezca sano y fuerte
En el mercado existe una variedad de alimentos secos, húmedos, estándar, premium, súper premium y la dieta BARF con los que podrías darle los mejores nutrientes a tu mascota
Los requerimientos nutritivos del perro han cambiado algunas veces a lo largo de la historia compartida entre humanos y caninos por el avance de la ciencia. El conocimiento y la cuantificación de las necesidades diarias de nutrientes que tienen los caninos ha avanzado y con ello, se ha podido profundizar en muchos aspectos y mejorar otros.
Hoy en día, podemos tener varias opciones de alimentación capaces de beneficiar tanto su correcto desarrollo como su bienestar tomando en cuenta que en los cachorros, las necesidades energéticas y de nutrientes son mayores que en los adultos, debido a su rápido crecimiento, según Mis Animales.
Según la etapa en la que esté el perro adulto, las necesidades pueden ser distintas en la preñez, lactancia, vejez, el estado de salud del can, el tamaño y la raza a la que pertenece. Un can que come adecuadamente previene múltiples problemas de salud óseos o cutáneos y mejora su aspecto sanitario y físico.
Los tipos de alimento que existen en el mercado para ser destinados a nuestros perros son comerciales o estándar, premium, súper premium, secos, húmedos, semi húmedos o la dieta BARF. Describiremos cada uno de ellos para que elijas la mejor opción para tu can.
Alimento estándar, premium y súper premium
Los alimentos comerciales o estándar son comercializados a través de cadena de supermercados y que tienen un costo bajo. Las fórmulas son variables y por lo general, tienen menor digestibilidad que un alimento premium. Están basados sobre todo en cereales y en otras proteínas de origen vegetal como la soya, que brinda beneficios, pero también puede provocar flatulencias o alergias en algunos casos.
Los alimentos premium tienen una mejor calidad de ingredientes, mayor digestibilidad y de buena a excelente disponibilidad de nutrientes. Por ello, hay quienes prefieren esta opción ante los alimentos estándar. Los productos súper premium e elaborados a base destán desarrollados para brindar una nutrición óptima, cuentan con una excelente disponibilidad de nutrientes y hay mayor digestibilidad, sólo que son más costosos y se expenden en clínicas veterinarias.
Comida seca, semihúmeda y húmeda
Básicamente, los alimentos para perros son de tres tipos: secos, semihúmedos y húmedos (enlatados). Los primeros contienen un bajo contenido de humedad con valores que oscilan entre 3 y 11 %, tienen un promedio de 17-25 % de proteína, 7-12 % de grasa y 35-50 % de carbohidratos. Los semihúmedos cuentan con un contenido de humedad intermedio entre secos y húmedos, que normalmente varía entre 15 y 35 %, contienen 17-25 % de proteína, 6-12 % de grasa y 35- 50 % de carbohidratos.
Estos productos están elaborados a base de tejidos animales frescos o congelados, cereales, grasas y azúcares simples. Utilizan humectantes y acidificación con ácidos orgánicos simples para permitir preservarlos por un mayor tiempo.
Los alimentos húmedos son los comúnmente enlatados que tienen un alto contenido de humedad oscilando ésta entre 75 y 87 %, su contenido de proteína es 7– 9 %, 3-9 % de grasa y 2-13 % de carbohidratos y su digestibilidad fluctúa entre 80 y 85 %. Esta presentación normalmente le aporta los mismos nutrientes que el alimento seco, pero tiene una mayor aceptación por el perro.
La dieta BARF
Otra opción de alimentación que es muy popular en la actualidad es la dieta BARF (Alimentos Crudos Biológicamente Apropiados). Se trata de una propuesta que recrea la dieta natural del perro en la naturaleza, cuando podía comer presas sin cocción, frutas, bayas, estercolado de los herbívoros y carroña.
Esta comida incluye servir la porción de los músculos, también los órganos internos y los huesos. Incluye también peces o aves de corral, así como leche no pasteurizada y huevos crudos. Las dietas a base de carne cruda se pueden dividir en dos categorías principales: comerciales y preparadas en el hogar.
La razón principal indicada por distintas organizaciones para oponerse a la alimentación BARF fue que la posible contaminación por patógenos de la carne cruda causa riesgos para la salud. Un riesgo muy real en el caso de la salmonelosis. Además, tampoco se han publicado informes sobre la evaluación a largo plazo de riesgos y beneficios de este tipo de dietas.
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